“Todos estos años me has enseñado a enfrentar cada obstáculo en mi camino, me has enseñado a superar cada problema y a sobreponerme a cada dificultad; me has dado la fuerza que necesitaba para escalar la gran montaña llamada vida, es por eso que cada día le pido a Dios que te bendiga para que te envíe sus ángeles y te acompañen en todo momento, protegiéndote de los peligros y ayudándote a regresar sano y salvo a casa…”.
Con la cercanía de la celebración del Día del Padre nace esta reflexión. Como padres, es nuestra responsabilidad ser proveedores, pero la gran pregunta es proveedores de qué. En un primer análisis, superficial y pragmático, parece que nuestra obligación es producir ingresos económicos y dotar a la familia de insumos materiales: una vivienda con sus enseres y comodidades, vestido, alimentación, pago de los servicios, garantizar acceso a la educación, entre otros.
En cualquier parte del mundo se hace milagros para que un padre clase media cumpla con sus responsabilidades económicas y sociales. Hay que reconocer que los padres frecuentemente somos cuestionados, pero pueden encontrarse millares de padres ejemplares. Otros, tienen el deseo, pero los desorienta los conflictos sociales y su forma de ver la vida. Hay otros, que cumplen como proveedores materiales, pero sus hijos fracasan estrepitosamente cuando les toca asumir sus propias responsabilidades. ¿Qué falló?
La respuesta es compleja, pero lo que si tenemos claro es que, para escalar la gran montaña llamada vida necesitas un equipaje que no es sólo económico. Necesitas perseverancia, paciencia, amor, altruismo, generosidad, paz, armonía, fe, esperanza, desprendimiento del egocentrismo y autoestima.Estas herramientas para emprender el ascenso a la cumbre del éxito en la vida debemos proveerlo los padres.Todas estas virtudes no se enseñan con un discurso, se aprenden en la cotidianidad, con el ejemplo, en cada vivencia.
Estamos convencidos que las sociedades modernas exigen a los padres mayor atención en la formación de los hijos, debe ser integral: espiritual, económica, social y cultural. Pero sobre todo debemos hacer énfasis en el control de si mismo, si logramos conquistarnos a nosotros mismos nos convertiremos en héroes y en nuestra vida florecerá la abundancia de dones. Es principalmente con el ejemplo, con el modelaje que les daremos a nuestros hijos las herramientas necesarias para vivir felizmente.
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