¡Gran noticia!: unidad
La gira de Machado en Portuguesa contó con apoyo multitudinario

Después de 11 años, la oposición venezolana define un candidato unitario y está decidida a participar en un proceso electoral. La última vez que la oposición compitió unida perdió por 223.599 votos (elecciones presidenciales abril 2013). Claramente, otro contexto, otras circunstancias y otro momento político.

Antes de destacar la buena nueva, es necesario aplaudir las decisiones que han tenido los liderazgos opositores para desprenderse de sus intereses personales y remar juntos hacia los intereses nacionales.

Mención honorífica tiene María Corina Machado (muchos creían que el fantasma mesiánico se apoderaría de ella), Manuel Rosales (no fueron pocas las personas que le acusaron de traidor y vendido), Corina Yoris y Edmundo González (por asumir responsabilidades no buscadas), y todos los integrantes de la Plataforma Unitaria (tejiendo los puntos de consenso sin sucumbir a las trampas oficialistas).

Ahora bien, quedan tres meses por delante y Nicolás Maduro y compañía no permanecerán en silencio tanto tiempo. Cuesta creer que no tomarán algunas de las usuales medidas arbitrarias para obstaculizar la campaña electoral opositora y, al mismo tiempo, la expresión del descontento popular.

¡Cuidado con el TSJ!

Una de esas decisiones abusivas podría venir de una decisión del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), pues desde hace algunos días atrás están revisando una demanda —ingresada por Luis Ratti— contra la Mesa de la Unidad Democrática (el partido de la manito que inscribió a Edmundo González) porque no es un partido político, sino que varios unidos y eso genera múltiple militancia.

Si esta denuncia se acoge favorablemente, Maduro y compañía tendrían una excusa para sacar del juego a ese partido y, en consecuencia, a Edmundo González, aunque se entiende que Un Nuevo Tiempo y Movimiento por Venezuela seguirían en juego y, por lo tanto, Edmundo también, pero conocemos el comportamiento del oficialismo suficientemente para esperar cualquier dictamen absurdo.

Otro movimiento ilegal podría venir de la suspensión/postergación de elecciones por razones que el oficialismo sólo puede imaginar, gracias a su gran repertorio de herramientas de sabotaje para mantenerse en el poder.

En el mismo sentido, Maduro y compañía podrían seguir persiguiendo a los líderes opositores (hace unos días inhabilitó a cinco figuras opositoras), poner mayores trabas para fragmentar el voto opositor (cambios de último minuto en el proceso electoral, creación de historias falsas para manchar a los dirigentes opositores o al mismo candidato Edmundo González, etc.).

Necesarias más anotaciones

En cualquier caso, todas esas maniobras arbitrarias hoy chocarían con un gran bloque opositor integrado y unido (según lo visto hasta ahora). Y, además, existe un tejido social que solo quiere expresarse (7 de cada 10 hoy están dispuestos a votar).

Lo que va quedando es cómo resolver la gobernabilidad hacia adelante. Eso es tema de otro artículo. Sin embargo, podemos anticipar lo siguiente: todos los esfuerzos deben estar orientados en evitar un conflicto infinito y, por cierto, donde todas las partes tengan confianza sobre el respeto a sus derechos de participación en política, de lo contrario, no existirá país para nadie.

En otras palabras, que todos sientan que aquellos derrotados pueden tener oportunidad de intentar nuevamente proponer sus ideas y llegar el poder, y los victoriosos deben tener buen desempeño para ser reelegidos. Fácil se lee, difícil se ejecuta.

Por lo pronto, gran noticia: materializada la unidad en este inning. Vamos por otras anotaciones y seguir haciendo outs.

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Las opiniones expresadas en esta sección son de entera responsabilidad de sus autores.

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