Quiero volver a la patria en la que un salario mínimo alcance para vivir dignamente sin andar como mendigo. Quiero volver a la Venezuela en la que las maestras, los docentes y los profesores universitarios puedan enseñar en sus cátedras y recibir salarios acordes con su responsabilidad y su preparación; y las universidades reciban el presupuesto que requieren para su funcionamiento. Quiero volver a la Venezuela en la que nuestros jóvenes estudien porque vale la pena ser profesional, en lugar de andar bachaqueando.
Quiero volver para ver a los médicos y las enfermeras atender a sus pacientes con todos los insumos necesarios, que funcionen todos los equipos médicos y que cada ambulatorio y cada hospital tenga la dotación necesaria para que no muera la gente.
Quiero volver a Venezuela con las farmacias llenas de medicamentos e insumos médicos a precios accesibles para toda la población.
Quiero volver a Venezuela y poder caminar por las calles de mi patria sin ser asaltado, secuestrado o ajusticiado por la delincuencia. Quiero ver a los hijos enterrando a sus padres y a sus abuelos por que mueren longevos y no en manos del hampa común.
Quiero volver a comprar en la bodega de Casas de Madera, de Banco Obrero, en la Escardilla, o en el mercado sin las colas y sin escasez. Quiero ver la nevera y la alacena llena de comida.
Quiero volver a Venezuela y poder ahorrar. Y tener mi tarjeta de crédito, mi carro y mi casa como fruto de mi esfuerzo y mi trabajo. A una Venezuela con justicia, con progreso con paz sin presos políticos, y en la que pensar diferente al gobierno no sea un delito.
Quiero volver a ver nacer a mi nieta, abrazar mis hijos y mis sobrinos, a reunirme con mis hermanos.
Pero por lo pronto, se que esto no es posible. Veo como cada día la situación es más grave en mi país.
Si Nicolás, aquí en el extranjero lavamos pocetas, servicios sanitarios o inodoros, la vida del inmigrante es dura, pero trabajamos duro para enviar dinero a nuestros familiares o para pagar el alquiler, los estudios y la alimentación de nuestras familias que como profesionales u obreros no podíamos solucionar trabajando en Venezuela. Aquí trabajamos dignamente para vivir decentemente y seguimos anhelando la recuperación social y económica de nuestra patria Venezuela.
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