La explosión de alegría de Francisco Convit, compartida con los hermanos Carlos Luis y José Antonio Uzcátegui, sus socios en la empresa El Capi Racing Stable, no fue de esos entusiasmos contagiosos. Mientras chocaban palmas, gritaban a pulmón abierto y uno de ellos evitaba que se le derramara el vaso de güisky que tenía en la mano; los otros asistentes a la subasta los miraban, literalmente, por encima del hombro.

Sin contexto, la escena podría asemejar la euforia de quien se gana el gordo de la lotería, pero en este caso es todo lo contrario. Convit, quien es acusado por la justicia estadounidense por la supuesta malversación de 1.200 millones de dólares, junto a sus socios, celebraba el derecho de pagar dos millones de dólares por un potro
En la subasta de Fasig-Tipton Saratoga que se lleva a cabo en Nueva York en agosto de 2015, los socios lograron hacerse con el purasangre, aún por encima de la oferta de los reconocidos entrenadores y criadores Justin Zayat y Bob Baffert, quienes habían ofrecido 1 millón 850 mil dólares por el caballo.
La empresa El Capi Racing Stable está registrada en Florida. Está activa desde el año 2014 y aparece como director Arturo Ferrando Zilio, hermano de la esposa de Convit, Patricia Ferrando.
Convit, quien es prófugo de la justicia estadounidense luego de que lo señalaran como el responsable de una multimillonaria operación de lavado llamada Operación Fuga de Dinero, es descrito en el documento emitido por la Corte del Sur de la Florida como un “bolichico” o miembro de la “boliburguesía“. El venezolano también es socio de Derwick, una empresa señalada de obtener contratos con el sector eléctrico sin contar con experiencia en el área y con sobreprecio en el cobro de los proyectos.
Durante más de dos años, Convit y sus socios fueron infiltrados por una fuente que a su vez negociaba con la justicia de Estados Unidos. Esta investigación, que se inició en 2014 y concluyó en 2016, coincide en fechas con la compra del potro en Nueva York. Actualmente hay al menos 20 personas investigadas por la Operación Fuga de Dinero.
Para la familia Convit, el mundo de los caballos no es desconocido. Su esposa, Patricia Ferrando, es jinete de adiestramiento individual. De hecho, estaba listada para participar en las pruebas ecuestres de los juegos Centroamericanos y del Caribe que se celebran en Barranquilla, Colombia. Sin embargo, no aparece ni en el medallero ni el ranking final, a diferencia de Alejandro Gómez Sigala, el otro miembro del equipo que sí está registrado. Las pruebas se llevaron a cabo entre el 22 y el 26 de julio.
