La sesión extraordinaria de este 24 de agosto no llegó a feliz término. A las 11:37 minutos de la mañana, el presidente de la Asamblea Nacional, Henry Ramos Allup, solicitó al secretario de la AN –como de costumbre- verificar el quórum para dar inicio a la sesión.
Con la representación requerida del cuerpo parlamentario, comenzó la segunda sesión extraordinaria que convoca la comisión delegada durante el receso parlamentario.
El primer y único punto del orden del día que sería aprobado, antes de la interrupción intempestiva de la sesión, fue un acuerdo en rechazo a las violaciones de los derechos humanos de los presos políticos y a la sentencia contra Leopoldo López.
La diputada Adriana Pichardo subió a la tribuna de oradores desde donde instó a sus colegas del chavismo a “no ser cómplices” de la condena “injusta e ilegal” en contra de los presos políticos. “Les pido a la bancada oficialista que apruebe este acuerdo y no sean cómplices. Cuando aquí se retome la justicia y estén tras las rejas los culpables esta bancada del cambio no va a permitir que a ustedes se les violen sus derechos”, prometió.
Pero su colega Winston Flores fue más allá. Con un elevado tono de voz y fuertes ademanes hizo referencia a los años de cárcel que algunos dirigentes del Gobierno se merecen “por incendiar” el país.
“Lo que hoy sucede es un genocidio judicial. La conciencia, que es lo que ustedes no tienen en su cerebro, es lo que Leopoldo López sí tiene y por eso está preso. Ramo Verde debería llamarse Ramo-Guantánamo por el irrespeto a los derechos humanos (…) Si a Leopoldo López lo condenaron por quemar algo que no hizo no sé cuántos años le daremos a ustedes por quemar a Venezuela”, sentenció.

Mientras el debate se desarrollaba, en uno de los balcones del hemiciclo los militantes de Voluntad Popular sostenían pancartas con la frase “Querer una mejor Venezuela no es delito”. El acuerdo fue aprobado.

Las curules de la bancada de la Mesa de la Unidad Democrática fueron quedando vacías a medida que se discutía el proyecto de Ley Orgánica del Servicio de Policías, que finalmente fue diferida.
Los diputados oficialistas, al percatarse de la ausencia de la oposición, abandonaron el hemiciclo y cuando llegó el momento de considerar el proyecto de Ley de Reforma de Telecomunicaciones, el diputado Víctor Clark pidió una verificación nominal que terminó con la suspensión de la sesión tras confirmar que no había quórum.
Francisco Torrealba aprovechó la suspensión para pedir la intervención del parlamento. “Nunca antes asamblea alguna de nuestro país tuvo tanta ausencia como la de ahora. Esta Asamblea está técnicamente cerrada, se autosuicidó, se dio un autogolpe. Esta Asamblea hay que terminar de cerrarle la puertas y elegir nuevos diputados que sí vengan a trabajar y los vagos que sean relevados por gente que tenga un poco más de cultura”, señaló.
Fotos: Asamblea Nacional.