Once universidades e institutos universitarios se vistieron de luto por la muerte de estudiantes o egresados de sus casas de estudios en el marco de las protestas que se mantienen desde hace dos meses. De 12 jóvenes, solo dos habían obtenido su título; el resto estaba próximo a iniciar un pregrado o ya cursaban una carrera. El mayor de la lista es Diego Arellano, quien tenía 31 años y quería continuar sus estudios con una especialización; el menor, Carlos Moreno, que quería ser economista y murió tres días antes de cumplir la mayoría de edad.

Todos tenían algo en común: murieron por la represión desatada en las protestas y dejan un espacio vacío en cada una de las profesiones que buscaban desempeñar. Hasta la fecha, el balance de las manifestaciones es el siguiente: dos abogados, un ingeniero, un economista, un músico, un contador, un comunicador, un biólogo, un médico, un veterinario, un enfermero y un publicista menos.

Deja un comentario