Es rojo. Tiene pezuñas y cuernos. Así es la figura del Álvaro Uribe “endiablado” que se alza en el medio de la plaza La Candelaria. La porta un hombre que le echa toda la culpa del mal fronterizo, micrófono en mano, a todo pulmón.
Es la 1:00 de la tarde y la marcha “contra el paramilitarismo” camina hacia la Avenida Urdaneta, tras salir del punto de partida instalado en las cercanías de la Cantv, en la Av. Libertador. En medio de la algarabía de la música llanera, otro rojito señala a Uribe como el cabecilla de los planes conspirativos. Esta vez, desde una tarima dispuesta frente a la sede del Ministerio de Interior y Justicia.

Más adelante, Manuel Montañez, quien dice ser colombiano y visitar con frecuencia San Antonio del Táchira, le recrimina también al exmandatario. “El señor Uribe tiene que hacerse responsable de ese cangrejo que él creó en la frontera y el presidente Santos también (…) con el cierre en San Antonio del Táchira ahora no hay colas”, aseguró.
Este discurso anti-Uribe es reforzado por altos funcionarios del Gobierno en medio de la enrojecida multitud. El diputado a la Asamblea Nacional y candidato a las parlamentarias por Vargas, Diarío Vivas, hizo un llamado para “enfrentar el uribismo y el paramilitarismo“.
“El pueblo venezolano hace acto de presencia para respaldar la medida al igual que los compatriotas colombianos que están residenciados aquí porque saben que hay que enfrentar el uribismo, el paramilitarismo. De parte del Gobierno colombiano hay una excesiva libertad para permitir el contrabando, el bachaqueo y eso no podemos permitirlo”, dijo.
Los marchantes llevan camisas de bancos del Estado, de ministerios, instituciones y empesas públicas, como la Cantv. Un buhonero vende cintas y portacarnets con el logo de Movilnet, para aquellos que los dejaron olvidados en casa, por Bs. 200.

En el trayecto no faltó quien se quejara por tener que marchar. “No nos queda de otra!”, refunfuñó un empleado del Banco Bicentenario al tiempo que le preguntó, entre risas, a un compañero: “¿A tí también te obligaron?”.
Pero Isabel Escalona lo hizo con gusto. Sostenía, convencida, una pancarta que decía: “Apoyamos el cierre de la frontera“. La trabajadora del Instituto Nacional de Nutrición defendió la medida, incluso abogó porque se prorrogara el cierre.

“Aquí está el pueblo defendiendo su derecho. Yo apoyo que eso quede permanentemente cerrado y pienso que el Gobierno no tomó esta decisión antes porque intentó agotar primero las vías políticas (…) quizás muchas personas no tomarían una decisión como esta porque no es popular, pero el presidente Maduro lo ha hecho porque ama a su pueblo”, argumentó.
A pesar de que la marcha fue convocada para respaldar la medida anunciada por el jefe de Estado el 19 de agosto, Nancy Martínez asistió por el motivo contrario. “Nosotros somos un hermano país, mi familia y yo viajamos contantemente para allá, por eso no estamos de acuerdo para nada con el cierre“, dijo.
Al preguntarle si conocía la razón de la marcha respondió que creía que el Presidente apoyaría el “no al cierre de la frontera“.
Detrás de ella, una de las asistentes interrumpió: ¿De qué cierre de la frontera están hablando? y otra persona le respondió que se trataba de un decreto presidencial para acabar con el narcotráfico y ésta, en medio de su asombro, ripostó: “¡Se volvió loco!”.
Mientras unos marchaban, otros hacían cola. De una de las farmacias de la avenida Urdaneta nacía una fila de gente que quería comprar champú. Algunos veían con resignación, otros con desaprobación, a la marcha chavista.
Al final del recorrido, una baranda de seguridad separada al pueblo de Miraflores. Estaba colocada a unos 60 metros, aproximadamente, de la tarima donde hablaría el mandatario venezolano. Una de las fieles seguidoras del finado presidente Hugo Chávez sostenía un muñecon con su imagen mientras esperaba aferrada al barandal.

Pasadas las 3:00 de la tarde, quitaron la baranda y permitieron el paso de la gente casi al mismo tiempo que el presidente Maduro salía abrazado a la bandera venezolana y a la colombiana.
Echó un piecito con la primera combatiente, Cilia Flores, al son de un vallenato, antes de anunciar la expasión del cierre de la frontera a cuatro municipios más del Táchira.
Así se vivió la marcha en fotos.

Arepera socialista intalada en la avenida Libertador.

Baños públicos dispuestos en la avenida Libertador.

Así se encontraban las afueras de la Cantv a las 10:00 am.

Vista desde la tarima a las 12:00 del día. Avenida Libertador.

Inicia la marcha hacia Miraflores.

No faltaron los muñecos inflables de Hugo Chávez.