El Partido Comunista de Venezuela (PCV) es uno de los más críticos del diálogo dentro del Gran Polo Patriótico. Su dirigencia ha sido tajante al exponer sus reservas y diferencias entorno de los actores que integran las cuatro mesas técnicas de trabajo por lo que han concluido que no se lograrán soluciones políticas, económicas ni sociales en esta instancia.

“En esa mesa de diálogo no están expresados los intereses de la clase obrera venezolana. La dirigencia opositora no expresa sino los intereses del plan estratégico de los Estados Unidos y los voceros del Gobierno expresan la concepción de la pequeña burguesía progresista”, manifestó el secretario nacional del PCV, Pedro Eusse.

A su juicio, promotores del diálogo como el expresidente del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero, tampoco tienen credibilidad. “Los promotores del diálogo para los comunistas no merecen la confianza suficiente para decir que actúan de buena fe. Algunos de los expresidentes tienen vínculos con la socialdemocracia relacionada al capitalismo”, expuso a Efecto Cocuyo en contacto telefónico.

La dirigencia del PCV considera que se debe profundizar la revolución dándole más poder a los consejos comunales, las comunas y los movimientos de trabajadores y no “entregar las conquistas del pueblo” en una mesa de diálogo.

En las filas de la oposición ABP, Voluntad Popular y Vente Venezuela también han expresado sus diferencias con la mesa de diálogo. El coordinador nacional de Voluntad Popular, Freddy Guevara, manifestó que la mesa de diálogo ha favorecido únicamente al Gobierno.

Postura que rebate Eusse, al argumentar que ha sido la oposición la beneficiada pues se “han liberado los presos y los precios”.

El vocero nacional de Redes, Juan Barreto, también tiene sus reservas, aunque sí apoya el diálogo. “Hay que construir una forma de convivir por eso es importante la mesa. Pero se deben escuchar las minorías. Me parece curioso que ni siquiera el GPP haya sido convocado. Si el GPP no hubiera participado hubiesen sido 31 y no 55 diputados en la Asamblea Nacional. El GPP siempre aporta y tiene algo que decir”, manifestó.

Barreto sostiene que la mesa debe ser ampliada con la representación de los sectores de la sociedad civil, una propuesta que, según el secretario de Unasur Ernesto Samper integrante del diálogo, se acordó entre la dirigencia política.

Aunque subrayó que el inicio del diálogo logró el reconocimiento de los actores y bajó la presión social, el dirigente nacional ve difícil que el Gobierno y la oposición acuerden soluciones.

“Pareciera que están muy ocupados discutiendo los problemas políticos de ellos y no los de la gente (…) La situación pareciera que se va a seguir deteriorando, el país se ha quedado sin recursos, hemos extenuado nuestras reservas, los precios del petróleo volvieron a caer. Lo que estamos es multiplicando dinero inorgánico y la guerra económica también ha incidido”, declaró.

El salario y la inflación son los temas que deben priorizarse en la mesa, apuntó. Punto en el que coincide el secretario nacional del movimiento Tupamaro, José Pinto, quien considera que el abastecimiento de alimentos debe ser un tema esencial.

El Movimiento Tupamaro sí apoya el diálogo, pero no confía en los representantes de oposición, comentó Pinto.

“Si la ultraderecha no cumple los acuerdos e intenta salir del camino de la Constitución, la fuerza del Estado debe imponerse. Ningún Gobierno va a aceptar que lo tumben”, sentenció.

Sobre la ampliación de la mesa admite tener sus diferencias porque “hay que tener mucho cuidado, hay distintos factores y actores radicales que cuando se encuentran no hay posibilidad de soluciones”.

Sobre la postura del dirigente nacional de Primero Justicia, Henrique Capriles, según la cual “la confianza del diálogo se vence el 6D”, Pinto respondió que “el Estado no puede estar sometido a ningún chantaje de ningún actor. El señor Capriles está jugando es a su candidatura presidencial, son patadas de ahogado de alguien que ha perdido credibilidad”.

Foto: www.el-carabobeno.com

Deja un comentario