Colectivo Otro Beta apoyan a los diputados del Psuv para que no regrese la "Ley de Vagos y Maleantes"

Era el sitio fijado para la cita oficialista este 5 de enero. La hora: 8:00 am. Pero los seguidores del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv) llegaron tarde a ella y la usaron como corredor hacia el plato principal. La plaza Andrés Eloy Blanco, conocida por los adeptos al partido de Gobierno como plaza Lina Ron, estuvo repleta de rojitos que querían descansar y socializar.

Fue a partir de las 10:00 am que el espacio comenzó a ocuparse. Antes, solo estaba en la plaza el equipo microondas del canal del Estado Venezolana de Televisión (VTV). Con su periodista. En una especie de estudio a la intemperie, el comunicador entrevistaba a líderes populares y un camión con cornetas se encargaba de difundir en vivo la opinión a los presentes.

A fuera del backing, otros periodistas se daban banquete con los gremios de trabajadores. “Ramos Allup que loco estás, en Venezuela el que Gobierna es Nicolás”, cantaban mujeres hombres ante las cámaras de canales internacionales.

Para el medio día la plaza estaba a “casa llena”. “Estamos aquí porque estamos ayudando a nuestros diputados de la Revolución. Estamos aquí para demostrar que no estamos segregados a un poder, ellos son simplemente son empleados, los 112 diputados”, manifestó la representante de un grupo de personas vestidas de camisas blancas que se unieron para conseguir la construcción de 2.500 viviendas en Guarenas.

Leonardo, un joven egresado de la Universidad Central de Venezuela (UCV) de 26 años de edad, está convencido de que con su presencia en la plaza Lina Ron los asistentes podrían “transformar el mundo hacia una revolución y la verdadera felicidad”.

Mientras en el Hemiciclo se realizaba la juramentación de los nuevos diputados para el periodo 2016 – 2021, los “rojitos” que no bajaron a seguir la transmisión del acto en la plaza Bolívar, descansaron en la plaza Lina Ron. Conversaban entre ellos, se tomaban fotos, comían los clásicos panes de concentraciones similares o salían a recorrer la Urdaneta para ver dónde comer.

El sitio cobró vida nuevamente cuando los parlamentarios de la bancada oficialista salieron de la Asamblea Nacional, a eso de las 3:00 pm. “¡Vamos a Miraflores a ver a nuestro Presidente”, gritó un hombre de estilo rastafari que estaba montado sobre un camión y usaba un micrófono para aupar a la gente. Como enjambre de abejas que siguen a una reina, los presentes iniciaron una procesión hacia la casa presidencial y dejaron en la plaza Lina Ron a los vendedores de souvenirs de la revolución.

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