Desde las 8 de la mañana, este jueves 23 de junio habían salido más de 10 autobuses, desde Plaza Venezuela hacía el centro de validación en la jefatura de San Agustín, para trasladar a las personas que iban a autenticar sus firmas. La señora Carmen Herrera reiteró su convicción: “no tenemos miedo, a pesar de que ayer los chavistas vinieron a amedrentar“.
De tres máquinas habilitadas por el Consejo Nacional Electoral (CNE), en el recinto solo funcionaron dos después de las 10 de la mañana, según lo dio a conocer Cristopher Martino, uno de los coordinadores del punto. “No reemplazaron la máquina“, afirmó.
La señora Wilda Linares, de 67 años, padece de leucemia, llegó con su hija desde Montalbán y aseguró que iba a validar su firma porque no consigue tratamiento para tratar su enfermedad. “Ya no aguanto. No consigo los medicamentos para realizarme las quimioterapias; nos maltratan a todos, en especial cuando vamos a hacer mercado“, agregó, además de referir que tuvo que pagar una gran suma de dinero para costearse la primera etapa del tratamiento.
Aproximadamente, 500 personas hacían cola desde las 10 de la mañana en San Agustín; muchas de ellas iban preparadas con sillas, paraguas, agua mineral y el almuerzo. Mientras esperaba su turno para validar, Pauluis Martínez de El Paraíso, se encontraba sentada en el piso estudiando para un examen de la universidad que debía realizar en la tarde: “Queremos salir de esto (Gobierno); estoy estudiando para un parcial, deje de asistir a clases para validar “.
Flor y María el pasado martes 22 de junio intentaron validar en El Junquito, “no pudimos validar porque nos cortaron la luz dos veces. Llegamos hoy a las ocho de la mañana a San Agustín para por fin validar; estamos en la cola pero contentas“, señalaron.
Ana de Salazar con 73 años indicó que “vine a hacer esta cola feliz para terminar con la de las comidas“.
Al terminar la jornada, en el punto de validación fueron autenticadas 670 rúbricas.