Antonio Di Gianpaolo fue constituyente en 1999, electo por el estado Aragua. Inicialmente integró en la Asamblea Nacional Constituyente las comisiones de derechos humanos y de ciudadanía. Luego, también estuvo en la comisión especial que redactó lo atinente a los estados de excepción.
Es uno de los 20 constituyentes que firmó el manuscrito en rechazo a la convocatoria del presidente Maduro a una Asamblea Nacional Constituyente, tanto por el procedimiento utilizado como por sus propósitos.
El corredactor de la Carta Magna de 1999 advierte que la sectorización, como método para escoger a los constituyentes puede alterar la expresión real de la sociedad.
-El enfrentamiento que hay en el país hace dudar que realmente la Constituyente propuesta por el presidente Maduro sea de paz. ¿Eso no demuestra el alto rechazo a la propuesta?
-El Presidente ha dicho en la convocatoria que la Constituyente será una herramienta para la paz. Para lograr salir de este torbellino político, económico y social que puede generar una confrontación que nos lleve por la senda de la anarquía, ya estamos prácticamente llegando a la Ley del Talión, Maduro debe desmontar el conflicto con acciones claras. Cualquier mecanismo electoral, sean las elecciones regionales o un referéndum, requiere del reconocimiento institucional de la Asamblea Nacional y de todos los poderes públicos. Se requiere, además, el cese de la represión y del vandalismo.
Crear un esquema electoral en medio de las carencias sociales sería una bofetada para la gente. El Gobierno debe resolver el tema del desabastecimiento de alimentos y medicinas, así como de los servicios públicos, porque sino sería una fiesta en la calle mientras la procesión va por dentro.
-¿Qué otros puntos ve negativos en la propuesta oficial?
– Nosotros hicimos un documento público, cuyo punto cardinal es señalar que la primera y última palabra la tiene el pueblo en materia de Constituyente.
Ciertamente es así y hay tres cosas que lo determinan: La experiencia y vigencia del proceso constituyente de 1999, que fue un proceso democrático. A la luz de la experiencia está claramente consagrado el documento que es la exposición de motivos de la Constitución, el cual establece que en cualquier revisión constitucional el tema de la participación del pueblo es esencial en la toma de decisiones. Si se recurre al diario de debates de la Asamblea Nacional Constituyente, también recoge la necesidad de que el pueblo se exprese mediante un referendo. Son tres fuentes a las que se puede recurrir para encontrar la viabilidad del desarrollo del proceso. Si para modificar una coma o palabra de la Constitución se requiere una consulta popular, el sentido común señala que para cambiarla completamente también se requiere esa consulta.
Algunos voceros del oficialismo señalan que no es necesario un referéndum. Entre ellos Hermann Escarrá.
-Una modificación supone una alteración, ya sea de una coma o una palabra, por muy quirúrgicos que quieran ser. Sí; para hacer la enmienda o reforma de la carta magna se requiere la consulta popular. Argumentan que la Constitución no dice que se debe consultar al final para ver si se acepta o no el nuevo texto, pero el diario de debate de la ANC señala que se requiere la consulta popular. Elías Jaua afirma que no hay que poner límites ni definir parámetros porque en 100 años es cuando se va a revisar la Constitución, y no puede hacer valer eso ahora para hacer la Constituyente. Es correcta la solicitud que hace el presidente Maduro y cómo está planteando activar el proceso. Está en la Constitución, al igual que 15% de los electores inscritos en el Registro Electoral pueden tomar la iniciativa, pero ninguno puede imponerse sobre los demás. El artículo 347 de la carta magna señala que es el pueblo, en ejercicio de su soberanía, el que decide de manera universal y directa. Se debe consultar a la mayoría la iniciativa del presidente e, incluso, si se quiere rescatar la reforma de 2007, que fue rechazada, y ahora quieren constitucionalizar. Una cosa es el antes y otra el final.
-Pero la segmentación o sectorización para escoger los constituyentes no permite el voto directo.
-El poder originario es original e indivisible. El mecanismo de segmentación altera la expresión real de la sociedad. La ingeniería electoral que proponen pretende conformar una Asamblea Nacional Constituyente de una manera que no es la expresión real y efectiva del conjunto de la sociedad. No se trata, por ejemplo, de que se va a escoger al presidente de la asociación de jubilados sino de un representante y lo ideal es el voto directo y secreto. Es positivo que se incluya a todos los sectores, trabajadores, estudiantes, gente común y profesionales; pero como no se trata, repito, de escoger un presidente de una federación o un secretario de un sindicato, sino de representantes, el mecanismo de postulación y las normas de votación de representantes debe ser universal y directo. No se puede generar una Constituyente que no se parezca a la sociedad. Debe resolver ese problema para que la elección de la gente sea universal, secreta y directa. Si se modifica el universo electoral se pueden originar problemas de representación, sobrerrepresentación y subrepresentación.
-¿La oposición debe o no participar en este proceso?
– No puedo hablar por la oposición. Independientemente de lo que piense Julio Borges, los voceros de la Mesa de la Unidad Democrática, Henry Ramos Allup, Leopoldo López o Henry Falcón le tienen que dar la oportunidad a los ciudadanos para que voten. Deben consultar a la totalidad del universo de electores.
-¿Cree que de esta comisión que elaborará las bases comiciales salga una propuesta que permita a todos participar?
-Si ellos no hacen unas bases comiciales que respeten los principios de la Constitución van a generar una gran desconfianza y el Gobierno necesita que los diferentes sectores participen. He oído que no harán consulta porque la ANC es soberana. No harán las cosas bien si no consultan antes y después y si la composición de la ANC altera la representación. Nosotros hicimos un documento para presentárselo al pueblo, a las autoridades, a ellos y a la comunidad internacional, que está preocupada por este tema. Lo importante es la expresión popular sobre este tema. Creo que el Gobierno no quiere consultar porque sabe que la respuesta será no.
foto: El Aragüeño