Luego de la propuesta que hizo Nicolás Maduro de reemplazar los sindicatos tradicionales en Venezuela por nuevos «movimientos socialistas», varias organizaciones defensoras de los derechos laborales en Venezuela consideran tal medida como una amenaza a la libertad sindical.
La ONG Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humano (Provea), por ejemplo, calificó esas palabras de Maduro, pronunciadas en medio de una actividad con docentes de instituciones públicas, como un nuevo ataque contra el sindicalismo autónomo y la libertad sindical.
«Su pasado como sindicalista no ha impedido que Nicolás Maduro pulverice los salarios, haya desmantelado la institucionalidad de la negociación colectiva y promueva constantemente injerencias indebidas, amenazas y ataques contra los sindicatos y gremios», manifestó Provea en un comunicado público.
La ONG recordó a Maduro y su equipo de gobierno que en 2019 la Organización Internacional del Trabajo (OIT) llamó al Estado venezolano al «cese inmediato de los actos de amenazas, persecución, estigmatización, intimidación u otra forma de agresión a personas u organizaciones en relación con el ejercicio de actividades gremiales o sindicales legítimas».
El sindicalismo no muere
Asimismo, la Red Sindical Venezolana alzó su voz en rechazo a esas declaraciones de Nicolás Maduro. Precisaron que la libertad sindical es un derecho para todos los venezolanos trabajadores.
«Ser dirigente sindical en Venezuela no es solo un rol laboral; es un acto de valentía frente a un entorno hostil. Durante años, los sindicatos han sido blanco de ataques sistemáticos, tanto desde el Estado como de sectores empresariales», manifestó el coordinador de esta ONG, Mauro Zambrano.
Subrayó que, además de los ataques externos, ciertos líderes sindicales han contribuido al desgaste de la confianza en el movimiento. “Hay que reconocer que algunos dirigentes han perdido el rumbo, aferrándose a cargos por décadas, sin convocar elecciones, sin renovar liderazgos, sin escuchar a las bases. Aunque no representan a la mayoría, su permanencia sin legitimidad ha contribuido al desgaste de la confianza en el sindicalismo”, dijo.
A pesar de este panorama, afirmó que la Red Sindical Venezolana sigue su defensa que el sindicalismo en Venezuela sigue vivo y que aún hay «voces valientes» que continúan defendiendo los derechos laborales, en la que apuestan por la libertad, la pluralidad y el compromiso genuino con los trabajadores.
«El sindicalismo no debe ser un instrumento de control político. Cuando pierde su independencia, traiciona su esencia y a quienes representa”, afirmó.
La Red Sindical Venezolana hizo un llamado a la unidad de los trabajadores para exigir condiciones dignas, recuperar el salario como pilar del bienestar y construir un futuro donde la representación sindical sea libre, legítima y comprometida.
“No permitiremos que el miedo, la manipulación o la indiferencia nos despojen de nuestros derechos. El sindicalismo es, y seguirá siendo, una herramienta de lucha y esperanza para la clase trabajadora venezolana”, concluyó.