No hubo mucha alharaca ni medidas extremas de seguridad para la llegada del vicepresidente de la República, Aristóbulo Istúriz, y los ministros. Varias veces pasaron el coleto en el pasillo de antesala al hemiciclo protocolar, al tiempo que los diputados de la Mesa de la Unidad Democrática llegaban a cuentagotas.

Los del Partido Socialista Unido de Venezuela llegaron en bloque. “Yo firmo después, no voy a hacer esa cola”, dijo el diputado Ricardo Sanguino al vigilante que tomaba la asistencia. Ya en los puestos reservados para los ministros reposaban los libros que detallan el informe de gestión correspondiente al año 2015.

La prensa fue ubicada en el tercer piso del salón protocolar a petición del propio Istúriz. El segundo piso estaba reservado para los viceministros, pero también para algunos invitados especiales como “La Caperucita” y la teniente Yendri Velásquez, la misma del Comité de Víctimas de la Guarimba.

adentro

A las 2:51 pm inició su discurso el vicepresidente. Habló del esfuerzo que han tenido que hacer para estar a favor de las mayorías. Agradeció que las elecciones del 6 de diciembre se desarrollaron de forma “limpia, transparente y concurridas”.

Habló a grandes trazos de los logros que había obtenido el Gobierno nacional el año pasado, y en las dificultades siempre expuso las razones ajenas que llevaron a un escenario diferente. Destacó que hay una “escasez inducida” de los servicios y bienes básicos, para ello culpabilizó al contrabando de extracción, el acaparamiento de productos subsidiados, el ataque a la moneda y el sabotaje industrial.

En materia social dijo que hay más de tres millones de pensionados, que la población estudiantil es superior a los 10 millones y que la pobreza extrema se ubicó en 4,9%. Pero obvió mencionar términos de salud o quizás las cifras epidemiológicas que se han mantenido ocultas los últimos meses de 2015 y los primeros de 2016.

“Se distribuyeron 4.959.305 toneladas de alimentos a través de la Misión Alimentación; el desarrollo de 135.664 operativos a cielo abierto para el beneficio de más de 8 millones de personas”, dijo Istúriz y desde la bancada opositora le gritaron “¿Cuál comida?, si aquí lo que hay es hambreee”. Cuando le tocó hablar de la inversión en materia eléctrica le refutaron igualmente “¿Qué luz? ¡Aquí no hay luz!”.

“Paciencia, papá. Pórtate bien. Unos días son de ustedes (oposición), otros días son de nosotros (oficialismo) Disfrútenlo”, le contestó desde la tribuna de oradores el segundo hombre al mando en el país.

adentros

Relató Istúriz que en materia de seguridad y paz se han realizado 123 operaciones de Liberación del Pueblo (OLP), y han logrado desmantelar a 130 bandas e incautado más de 1.367 armas de fuego con la activación de 302 cuadrantes de seguridad. Desde el lado derecho del hemiciclo le gritaron “¿Y el Picure? El Vicepresidente respondió  “Yo vine a rendir cuentas, escuchen si quieren y si no, se van”.

Prosiguió  con números sin contraste y alabó la alta recaudación tributaria que en 2015 se logró. 214% por encima de lo estimado.

“El país atraviesa una difícil situación; aunque algunos creen que el país se va a ir por el barranco, nosotros somos optimistas”, finalizó. La bancada Psuv se paró y apludió, los de la MUD se quedaron sentados y comentaban entre ellos.

El presidente de la AN, Henry Ramos Allup, tomó la palabra y entre las cosas que dijo instó a  que los ministros vayan a las comisiones permanentes a responder los cuestionamientos de los diputados.

Sobre las puntualizaciones de Istúriz,  el presidente del Poder Legislativo dijo que “nadie puede negar que el Gobierno ha aumentado los salarios, pero esos aumentos se los ha tragado la inflación”. Allí, los del Psuv tomaron la batuta de los insultos y le gritaban “Fuera de orden, fuera de orden”. No lo perturbó.

La ministra de Asuntos Penitenciarios, Iris Varela, estaba visiblemente molesta con el discurso de  Ramos Allup. Se paró e invitó al ministro Jorge Arreaza a retirarse del recinto. Prosiguió e hizo la misma sugerencia a Istúriz, quien la tomó de la mano, le pidió que se calmara y le indicó que se sentara. Lo hizo a regañadientes.

Uno a uno fueron presentando sus libros de memoria y cuenta. Algunos cumplieron con el protocolo de saludar a la directiva, otros simplemente se dirigieron a Ramos Allup. Varela le reclamó algunas cosas y bajó del presidio insultando a los opositores que le coreaban “El conejo, el conejo, el conejo…”. Vladimir Padrino López, ministro de la Defensa, fue el más aplaudido por los oficialistas y la ministra de Agricultura Urbana, Lorena Freitez, la menos ovacionada.

Los ministros salieron unos por la puerta de sur del Palacio Legislativo, otros por la puerta este, mientras de fondo sonaba  de fondo “Nuestra historia es tan extraña, que aunque quisiera contarla…”, de voz de su intérprete original, Roque Valero, que asistió como invitado especial.

Deja un comentario