La visita de los expresidentes Oscar Arias y Lech Walesa, así como de Naomi Tutu, hija del expresidente sudafricano Desmond Tutu, no fue aislada. Vinieron a ofrecer su respaldo a Leopoldo López y su familia al cumplirse los dos años de su encarcelamiento.
La Asamblea Nacional celebró este jueves, 18 de febrero, una sesión especial en la que solo asistieron los diputados de la bancada de la Mesa de la Unidad Democrática. Lilian Tintori, esposa de López; Antonieta de López, madre del líder opositor, y Antonieta Ledezma, hija del exalcalde Metropolitano Antonio Ledezma, fueron la representación de los líderes opositores que están tras las rejas.
La primera en intervenir fue Naomi Tutu. Dijo ser la hija del continente africano y la hija de la lucha por los Derechos Humanos. Consideró que los derechos fundamentales no pueden ser solo para algunos, sino que debe haber justicia para todos.
“Este es un país maravilloso, bellísimo, con gente que ama a Venezuela. Y con gente que ama a Venezuela se deben respetar los unos al otro. Los gobiernos no pueden ver las diferencias de opiniones como amenaza. Eso es un ejercicio sano que pasa en todas las familias”, agregó la hija del hombre que luchó contra el apartheid.
Para el premio Nobel de la Paz y expresidente de Polonia, Lech Walesa, los problemas en Venezuela deben ser resueltos a través del diálogo, pues si no está ese elemento se puede terminar en una guerra. “Dios les ayude, les deseo lo mejor”, fue parte del mensaje que dejó a los opositores.
De los invitados especiales, el expresidente de Costa Rica y también premio Nobel de la Paz, Oscar Arias, fue el que más frontal habló. A su juicio, en Venezuela hay tres crisis: una económica, una social y una institucional, “aunque la económica ejerce mayor presión”, dijo.
Promovió un cambio en el modelo político, pues consideró que “el tiempo apremia” y agregó que “prolongar la situación es aferrarse al poder por aferrarse”.
El exmandatario consideró que Venezuela debe recurrir a organismos internacionales para obtener financiamiento, lo que no implicaría una renuncia a los compromisos sociales.
Sobre la razón específica de su visita a Venezuela: apoyar a los familiares de los presos políticos, dijo que “el primer signo de reconciliación debe ser la liberación de los presos políticos. De la libertad de los presos políticos depende que Venezuela vuelva a ser reconocida como una democracia donde se respetan los DDHH”.

Posteriormente, en un encuentro con los medios de comunicación nacionales e internacionales, el expresidente Arias señaló que a un gobierno se le juzga por sus resultados y que al ver los del modelo venezolano solo se puede determinar “que el modelo chavista fracasó”.
“Todos los récords de ustedes son mundiales: la inflación más alta del mundo, la tasa más alta de homicidios… Matar a una persona se llama homicidio, pero matar a un pueblo por no poder satisfacer las necesidades básicas se llama chavismo”,
Sobre el apoyo de una salida del Gobierno este año y por vías constitucionales que han planteado diversos voceros de la oposición, Arias aseguró que nadie en Latinoamérica podría tener en mente que un cambio de gobierno sea a través de golpes de Estado o institucionales.
No se tiene previsto algún encuentro entre los invitados internacionales del partido Voluntad Popular y sectores del Gobierno nacional.
Oficialistas les repicaron
Los invitados especiales estaban todavía en el Palacio Legislativo, donde apreciaban la infraestructura, cuando los diputados de la bancada del Partido Socialista Unido de Venezuela se pronunciaron para rechazar las declaraciones del expresidente Arias.
Víctor Clark fue el vocero y lo acusó de injerencista. “Él (Oscar Arias) no viene a hablar aquí como vocero de la paz y defensor de los Derechos Humanos, él viene a hablar como vocero económico, como vocero político en una derecha que también tiene su tarea”, puntualizó.
El parlamentario oficialista acusó a la directiva de la AN de traer personalidades internacionales para “perturbar la paz del país”.