La profunda crisis política y económica que padece Brasil se ha intensificado. En distintas ciudades del país hay protestas antigubernamentales que exigen la renuncia de la presidenta Dilma Rousseff, aupadas por el reciente nombramiento de su padre político, Luiz Inácio Lula da Silva como ministro de la Presidencia.

El expresidente obrero perseguido por la sombra de la corrupción en la estatal petrolera Petrobras, acrecentó las dudas sobre su culpabilidad al aceptar el despacho que le otorga un fuero judicial especial; aunque un juez en Brasilia anuló el nombramiento de forma cautelar, Rousseff aseveró  que “los golpes comienzan así”

A continuación lea los momentos más importantes de la crisis que sufre el grande de América del Sur:

1. En junio de 2012, 1.200.000 brasileros se volcaron a la calle y marcaron el primer hito de la crisis del país. Cuando apenas llevaba 15 meses al mando de Gobierno, Rousseff batió un récord de popularidad con 77% de aceptación después de destituir a 10 ministros envueltos en casos de corrupción.

Sin embargo, su popularidad cayó a 30% producto del descenso en el crecimiento económico, la creciente inflación, el aumento del pasaje del transporte público y la promoción de una Propuesta de Enmienda Constitucional conocida como “ley de impunidad” porque limitaba los poderes de investigación de la fiscalía en casos de corrupción

Todo estos hechos confluyeron en un momento de inmenso gasto público con la realización de la Copa FIFA Confederaciones 2013, el Mundial de Fútbol de 2014 y la planificación de los Juego Olímpicos de Río de Janeiro 2016; lo que se tradujo en una mengua de la inversión estatal en educación y salud.

2. El mayor escándalo de corrupción de la historia de Brasil se presentó en el año 2015, cuando el Supremo Tribunal Federal de Brasil publicó una lista de políticos sospechosos en el caso de corrupción en Petrobras. La operación conocida como “Lava Jato” comenzó en julio de 2013 cuando la Policía Federal de Curitiba investigaba una red mediana de lavado de dinero que los condujo a la estatal petrolera y la desviación de capitales.

Recientemente se conoció que entre los investigados figuraba el expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva. La lista de 47 políticos que fue divulgada en marzo de 2015 incluye a 34 congresistas en ejercicio, 22 diputados y 12 senadores, un par de opositores y varios miembros del Partido de los Trabajadores (PT), incluida Gleisi Hoffmann, quien fue jefa de gabinete y mano derecha de Rousseff.

La Procuraduría descartó investigar a la Presidenta de la República aludiendo “impedimento constitucional” de hacerlo con un presidente en ejercicio por actos ajenos a sus funciones. Entre 2003-2010 Rousseff encabezó el consejo directivo de Petrobras, años que incluyen el período en que ocurrieron los desvíos, pero la Jefa de Estado asegura que no conoce sobre irregularidades.

3. Gobernadores, parlamentarios, jueces y líderes de partidos protagonizan una batalla feroz que derivó en la apertura de un procedimiento de juicio político contra la presidenta Dilma Rousseff. El pedido, conocido como impeachment, por presuntos delitos de responsabilidad fiscal fue aceptado por el líder de Diputados, Eduardo Cunha, quien fue acusado de recibir sobornos en la trama Petrobras.

Un grupo de juristas solicitó la apertura de impeachment argumentando que Rousseff había financiado el Tesoro a través de la banca estatal y autorizó gastos sin la aprobación del Congreso, ambas prácticas prohibidas explicitamente por la Constitución brasileña. El 30 de diciembre 2015, el gobierno de Brasil respondió la solicitud de juicio informando que había cancelado la deuda de 18.200 millones de dólares a la banca pública.

4. El 4 de marzo de 2016, la Policía Federal de Brasil allanó los domicilios de Lula da Silva. El exmandatario fue interrogado por más de tres horas para determinar responsabilidades sobre el escándalo de corrupción en Petrobras. Días después, la Fiscalía de São Paulo solicitó su prisión preventiva acusado de lavado de dinero mediante ocultamiento de patrimonio y falsedad documental.

La presidenta Dilma Rousseff convocó a reunión de emergencia para analizar la situación de Lula con sus ministros del área política y para constatar la situación de su antecesor y padrino político.

La crisis se agravó el pasado miércoles 16 de marzo cuando el juez federal Sergio Moro divulgó el contenido de una conversación entre Rousseff y Lula, puesto que la charla aumenta las sospechas de algunos sectores que considern que la investidura del exmandatario serviría para dificultar la investigación que se lleva adelante en su contra.

La Presidencia brasileña cuestionó la divulgación del diálogo interceptado, calificándola como una “flagrante violación de la ley y la Constitución de la República, cometida por el juez autor de la filtración”. Indicó desde el despacho que “todas las medidas judiciales y administrativas serán tomadas para la reparación” de esa medida.

5. Las manifestaciones comenzaron frente al Palacio Presidencial en Brasilia cuando Lula da Silva se juramentó como ministro de la Presidencia, designación que rápidamente fue suspendida de manera cautelar por el juez federal Itagiba Catta Preta Neto. Las protestas se extendieron a Vitoria, Belo Horizonte, Sao Paulo, Porto Alegre, Curitiba, Cuiabá y Florianópolis.

El expresidente salió así de su retiro político para asumir el segundo cargo gubernamental más importante del país, la maniobra política aunado al escándalo de corrupción ha derrumbado la popularidad de la actual presidenta Dilma Rousseff, que enfrenta un pedido de juicio político para destituirla en el Congreso y denuncias ante el tribunal electoral de que realizó campaña con fondos ilícitos.

El nuevo frente que tiene que encarar la Presidenta de la República serán las masivas protestas callejeras que han “pintado” las calles con los colores verde y amarillo de la bandera nacional para exigir a todo pulmón: “renuncia, renuncia”.

Con información: EFE y BBC Mundo

Fotografía: Agencia EFE

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