El líder chavista Nicolás Maduro recibió al embajador de China en Venezuela, Lan Hu, horas después de que Pekín criticó el despliegue militar de buques e infantes de marina de Estados Unidos en las aguas del Caribe, una operación que dijo era para frenar el narcotráfico, pero que Caracas considera amenazas y una forma de agresión.
«Conversé con el embajador de la República Popular China, Lan Hu, sobre nuestro trabajo para construir la democracia permanente junto al pueblo«, escribió Maduro sobre el encuentro en su canal de Telegram, en el que además mostró fotografías del encuentro con el diplomático de la potencia asiática.
Este miércoles, los jefes de Estado y de Gobierno de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba) se reunieron en una cumbre extraordinaria virtual para rechazar igualmente las operaciones militares que EEUU realiza en las aguas del mar Caribe frente a los límites marítimos de Venezuela.
Esta alianza, que crearon los fallecidos Hugo Chávez (Venezuela) y Fidel Castro (Cuba), la componen además de estos dos países algunas naciones del Caribe y Nicaragua y Bolivia, países que previamente cuestionaron al presidente Donald Trump por esta movilización que además de buques de guerra incluye a unos 4.000 infantes de Marina estadounidenses.
Maduro añadió sobre el encuentro con el embajador de China que «me alegra el notable avance que hemos tenido en todos los proyectos con China en economía, ciencia y tecnología. ¡Estamos en la recta final del 2025!».
Movilización de milicianos y rechazo de México y Colombia
Ante lo que Caracas llama amenazas, el mandatario anunció el lunes que desplegaría a 4,5 millones de milicianos en toda Venezuela. La Milicia Bolivariana, un componente de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, la integran reservistas y personas de la tercera edad que reciben entrenamiento militar y se usan en algunas labores civiles.
Otros países como México y Colombia también manifestaron su oposición a las medidas de la Casa Blanca. Claudia Sheinbaum recordó el principio de la no intervención y la resolución pacífica de los conflictos, mientras que Gustavo Petro aseguró que intervenir Venezuela la convertiría en una «nueva Siria» al hacer referencia a la guerra civil en el país árabe, al tiempo que su ministro de Interior, Armando Benedetti, descartó que entre Bogotá y Caracas haya un acuerdo o alianza militar.
El medio Cazadores de Fake News, en un análisis que realizó sobre estas movilizaciones, afirmó que hasta ahora «no hay evidencia pública de que el despliegue se haya concretado, pero es de esperarse que las naves continúen desplazándose durante los próximos días, indistintamente de su destino, por lo que no se puede descartar que una, o varias de las mencionadas, se dirijan al Caribe».
Entre los buques, que tanto Reuters como CNN afirmaron que se movilizarían a la zona están el El USS Jason Dunham y el USS Gravely, así como el USS Sampson, considerados destructores con misiles guiados.
Este jueves, la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Mao Ning, condenó el despliegue militar estadounidense.
«Nos oponemos al uso o la amenaza del uso de la fuerza en las relaciones internacionales y a que potencias externas interfieran en los asuntos internos de Venezuela bajo cualquier pretexto», sostuvo en declaraciones que recogió la agencia de noticias española Efe.