La alocución de este miércoles 15 de marzo de 2017 podría ser una de las que Nicolás Maduro recuerde más claramente cuando deje de ser Presidente de Venezuela. Con tan solo dos testimonios transmitidos en directo por Venezolana de Televisión (VTV), el Jefe de Estado quedó sin mucho qué decir.
Mientras el mandatario inauguraba el Centro Nacional de Genética Médica Dr. José Gregorio Hernández, en Guarenas, una madre de familia vestida de camisa morada y con un lazo en la cabeza expresó:
-“Presidente, mire, yo quería pedirle ayuda”.
-“Sí, cómo no. Estamos en vivo por televisión”, le responde Maduro, como advirtiendo lo que podría venir.
De inmediato, le quitó el micrófono a la dama y fue imperceptible lo que dijo la señora en ese momento. “Bueno hay que resolver inmediatamente. ¿Dónde está la Almiranta por favor?”, preguntó el Jefe de Estado en alusión a la ministra del Despacho de la Presidencia, Carmen Meléndez, mientras tímidamente le vuelve a poner el micrófono a la señora.
-“Nosotros somos de pocos recursos, mis niños están presentando problemas de nutrición”, expresó la madre de familia.
-“¿Verdad? Bueno, vamos a atender todo eso, vamos a atenderla inmediatamente”, dijo Maduro.
-¿Cómo te llamas tú?, le preguntó.
-“Joandry Smith”.
-“Joandry Smith, tienes nombre de actriz vale” (risas), comentó el Presidente.
Video Cortesía: @BeaAdrian
Posteriormente en el mismo acto, el Jefe de Estado habló con un niño, cuyas palabras agarraron a Maduro “fuera de base”, pues ni siquiera le preguntó por el tema:
-“Señor Presidente, el Clap no llega a mi casa desde diciembre”.
Ante la confesión infantil, el mandatario ordenó rápidamente solventar esa situación y siguió su camino. Minutos después, pusieron al mismo niño a cantarle al Presidente.
En el pasado reciente, el Jefe de Estado ha vivido otros episodios con mensajes espontáneos e inesperados de ciudadanos en necesidad. En abril de 2015, una mujer que posteriormente fue identificada como Marlenys Olivo, le lanzó un mango a Maduro que lo golpeó en la cabeza mientras conducía un autobús de Transmaracay. La dama quiso llamar la atención del mandatario de este modo para pedir que le otorgara una vivienda.
El castigo para cualquier maldito fanático chavista (valga la redundancia) es solo mirar a un lado y ver que pasa o en su defecto que la desgracia los toque, ahí si brincan y lloran pidiendo cacao….!