El referendo revocatorio también forma parte del discurso gubernamental. “Tengo derecho a defenderme. ¿O no me defiendo?”, dijo la noche de este sábado el presidente Nicolás Maduro, quien aseguró estar preparado para un proceso que le obligue a salir de Miraflores antes de tiempo, aunque las cosas no sean tan fáciles, a su consideración.
El Jefe de Estado delegó en el alcalde de Libertador, Jorge Rodríguez, la labor de verificar firma por firma y defender los intereses presidenciales. “Le he entregado poderes absolutos a Jorge Rodríguez para que vaya al CNE y se presente como mis defensores”.
Rodríguez no es ajeno al panorama electoral. De hecho, conoce el aparato comicial desde adentro. En 2004, cuando la oposición de aquella época impulsó un revocatorio contra el presidente Hugo Chávez, fue Rodríguez, en calidad de presidente de la Junta Electoral del CNE, quien les dio un frenazo a la disidencia con el argumento de las firmas planas.
Maduro aclaró, con voz cautelosa, que si las firmas recolectadas por la oposición la semana pasada eran válidas, entonces quedaba en manos del CNE activar la segunda fase. “Si pasan la prueba de la verificación…. vamos a referendo…, cuando sea. Es una opción. No una obligación”, dijo.
Pero para poner todos los escenarios sobre la mesa, el Primer Mandatario advirtió que si el Poder Electoral no aprobaba la realización del revocatorio, el que desconociera esa medida iría tras las rejas.
“Si el CNE dice que no se cumplieron con las firmas necesarias y sale alguien a quemar este país, tenemos que prepararnos”.
Durante su alocución, Maduro apeló a todos sus recursos. Entre ellos asegurar que el pueblo saldrá a defenderle ante cualquier eventualidad que le obligue a dejar el palacio de Misia Jacinta.
“Mi destino está escrito. El pueblo no me dejará solo. Las mujeres saldrán a defenderme se llevarán a sus hijos, a sus maridos… No le temo a ninguna prueba sépanlo bien. No le temo a ningún sacrificio que me toque en la vida. Yo ya viví”.
Pese a esta seguridad al anunciar las cifras sobre el cumplimiento de la Misión Vivienda, Maduro le pidió una sola cosa a sus simpatizantes: tiempo.
“Ahora es más grande la misión que nos falta por cumplir, y para eso necesitamos trabajo y tiempo. Y amor. Para cumplir como hemos venido cumpliendo y llegar a la vivienda un millón 500 mil este año. Y en el 2018, el 31 de diciembre de 2018, hacer una fiesta nacional, podemos hacerla en la tarde con el favor de Dios, para entregar la vivienda número 3 millones. Lo vamos a lograr. Sí se puede, Venezuela y necesito es tu apoyo. Y necesito tiempo. Y necesito amor, para seguir trabajando por la patria”.