mercado de Quinta Crespo. En el sitio, aseguró, lleva trabajando los mismos años que tiene la Revolución en el poder. Confesó que en 16 años ha visto de todo, pero nunca nada como lo que vio ayer. “Una señora de 80 años vino llorando porque no tenía nada que comer. Me pidió que le regalara unas mandarinas”, contó con la voz quebrada. Él y su esposa se querían sumar al paro cívico convocado por la oposición, pero no pudieron.“Nosotros estamos obligados a abrir“, se quejó el vendedor. “Esto es del Estado y no podemos quedarnos cerrados. Uno quisiera colaborar con la oposición, pero no nos dejan”, dijo. La amenaza detrás pudiese ser una fiscalización o una expropiación. Con fusiles, unos 10 metros más allá, cinco militares custodian a entrada.Los robos del día a día, la indigencia que ve desfilar por su puesto de verduras y los precios que cambian todas las semanas cada vez que llegan los proveedores son razones suficientes para él bajar la santamaría. “Uno quisiera que la gente no viniera y se quedara en sus casas“, apuntó la esposa de Manrique, con un dejo de esperanza en la medida anunciada por la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) el pasado miércoles, 26 de octubre.Ni queriendo el mercado de Quinta Crespo pudo haberse declarado en paro este viernes, 28 de octubre. Comerciantes aseguraron que más clientes de lo normal asistieron al sitio en la víspera del paro cívico.“Los viernes son flojos por lo general, pero hoy ha sido movido“, aseguró Bárbara, quien trabaja en un puesto de charcutería. “Hoy ha habido 50% más ventas que de costumbre. Capaz la gente está comprando para la próxima semana porque la cosa puede ser más fuerte”, agregó.Subiendo hacia La Pastora, donde todos los 28 de octubre suben puntuales los feligreses a la iglesia San Judas Tadeo, charcuterías, quincallas, quioscos y hasta locales de lotería y parley estaban abiertos a su clientela de siempre. Sin embargo, la Avenida Norte 10, que va hasta el templo, no tenía la afluencia con la que suele contar.Años anteriores, residentes de zona debían madrugar para evadir las largas colas de carros. Incluso personal de tránsito ayudaba a aliviar el tráfico. Sin embargo, San Judas no fue muy visitado este 2016. “Él sabrá comprender“, escribió una devota del santo por Twitter al ver la poca afluencia y acatar el llamado de la MUD.Sin embargo, contrario a la oposición, el chavismo quiso hacer bastante ruido en el centro de Caracas. Con milicianos, bombos y platillos, en la esquina de Gradillas —cercana a la Plaza Bolívar— se prepararon estudiantes de básica para recibir a los ministros de Deporte, Melvin Maldonado, y Cultura, Freddy Ñáñez.Unas cuadras más arriba, al final de la avenida Urdaneta, dos cornetas sonaban a todo volumen con el repertorio de la campaña del año 2012 del presidente Hugo Chávez. En el centro de Caracas desconocieron el llamado de la MUD a un paro cívico. Oficinas públicas, restaurantes, tiendas de lentes e incluso los vendo oro de la Plaza Bolívar no se quedaron en sus casas para agarrarse el fin de semana largo.Abajo, en el subterráneo, no llegaban ni el bullicio del chavismo ni las compras nerviosas que vio Bárbara en Quinta Crespo. Escasos usuarios llenaban los vagones y los andenes del Metro de Caracas. “Parece que fuera sábado, ¿verdad?”, expresó una mujer al llegar a Colegios de Ingenieros.]]>
"Nosotros estamos obligados a abrir", vendedor en Quinta Crespo #ParoNacional
Comerciantes aseguraron que la afluencia de gente fue mayor, a pesar del llamado de la MUD
