El debate sobre la legitimidad de las credenciales del embajador Gustavo Tarre Briceño -representante especial designado por el presidente encargado de Venezuela Juan Guaidó- concluyó con el retiro de la delegación de Uruguay de la 49 asamblea general y la protesta de 10 países.

Luego de que el canciller colombiano Carlos Holmes Trujillo (electo presidente de la 49 asamblea general) aprobó el informe de credenciales de las delegaciones de los estados miembros, el representante de Bolivia pidió reconsiderar la decisión.

El secretario jurídico de la OEA aclaró que la petición de Bolivia debía ser aprobada por las 2/3 partes de los integrantes del cuerpo. “El presidente de la sesión ya dio por aprobado el informe de credencial bajo el martillo, por lo tanto, se debe proponer la reconsideración de esta decisión tomada por el plenario y debe ser aprobada por el voto de las 2/3 partes”, indicó.

Sin embargo, Trujillo no convocó una votación sino que pidió a secretaría tomar nota de las delegaciones en contra.

Nicaragua, Bolivia, México, Uruguay, Granada, Antigua y Barbuda, San Vicente y las Granadinas, Surinam, Dominica y Trinidad y Tobago manifestaron su desacuerdo y solicitaron dejar constancia de su reserva en los informes porque consideran que la decisión viola la carta fundacional de la OEA y promueve la injerencia en los asuntos internos de Venezuela.

“Si esta asamblea convalida esas credenciales está, por la vía de los hechos, reconocimiento un nuevo Gobierno en Venezuela y eso no lo debería permitir ningún país democrático. Intentar imponer el reconocimiento como legítima representación de Venezuela es un avasallamiento de la legalidad de la OEA (…) es un progresivo vaciamiento de la normativa de esta organización”, sentenció el representante de Uruguay antes de retirarse de la sala.

La representante de México pidió incluir un pie de página en las actas y documentos en el que se señalen “las inconsistencias e irregularidades de las credenciales.

México también se reservó el derecho a cuestionar la validez de todas las decisiones que se tomen con la participación de Tarre Briceño.

La representación de Nicaragua argumentó que en la Carta de la OEA no se contempla la facultad de suplantar o desconocer gobiernos de los estados miembros.

Mientras que el representante de Bolivia criticó que la secretaría general de la OEA intentara despachar la discusión como un “tema administrativo”.

“Esto es una clara violación a la Carta de la OEA y esto nos muestra que estamos debilitando a nuestra organización al permitir la participación de estados que no son miembros. Este es un representante (Tarre Briceño) que va a responder por un estado cuando suscriba acuerdos y asuma compromisos”, manifestó.

Argentina, por su parte, manifestó su apoyo a Tarre Briceño. “Venezuela es un un estado miembro y Argentina reconoce la presencia de la delegación de Venezuela porque representa al Gobierno democrático de ese país”.

Para el doctor en ciencias sociales e internacionalista Luis Daniel Álvarez la votación es histórica. “Es histórica en la medida en que se demostró que la mayoría desconoce a la representación de la usurpación (de Nicolás Maduro), independientemente de la postura de esos estados. La mayoría estuvo de acuerdo. Es histórico en el sentido de que por fin la voz democrática logra tener fuerza en la OEA después de que fue esquiva en la causa venezolana”.

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Foto: OEA