Partidos políticos siguen golpeados por la persecución y desarticulación a casi un año del 28 de julio: ¿qué desafíos se plantean?
Una parte de la dirigencia ha optado por un bajo perfil para evitar ser encarcelada

Organizaciones políticas golpeadas por la persecución, que conduce a la clandestinidad, el silencio o exilio; detenciones de sus líderes, tarjetas y símbolos confiscados y otros afectados por una crisis de credibilidad, es el panorama que exhibe el espectro de partidos opositores venezolanos, a casi un año de las elecciones presidenciales del 28 de julio

Politólogos consultados por Efecto Cocuyo señalan que aunque hacer política actualmente en el país es una actividad seriamente comprometida, el desafío para las formaciones partidistas, a partir de la instauración de un régimen autoritario en Venezuela, es la reorganización interna, el refrescamiento de liderazgos, pero sobre todo nuevas formas de elevar la voz de protesta y de denuncia, tomando en cuenta los riesgos de seguridad. 

Además, advierten que la administración de Nicolás Maduro puede estarse dirigiendo, mediante el cerco cada vez más estrecho del espacio cívico, a la instauración de un sistema monopartidista en el que solo el Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv) sea legal e impere como sucede en otros países como Nicaragua, Cuba y China. Mientras, pasa por un sistema en el que solo se admite a una oposición que realmente no se opone como sucede en Rusia. 

Partidos políticos “desarticulados” 

“Actualmente vemos partidos políticos que se encuentran desarticulados y en la inercia política. Hoy muchos de ellos están bajo perfil, cuidándose ante el riesgo de detención u obligados al exilio, pero sin un plan claro de cómo mover el tablero en los próximos meses. Otros demuestran no tener idea de qué hacer para cambiar la situación y otros no tienen interés en que las cosas cambien. Parece que tras el 28 de julio de 2024 todo sigue igual en términos de alcanzar el poder: se quedaron a medio camino”, sostiene el politólogo Luis Rendueles.

El 30 de julio de 2024, dos días después de los comicios presidenciales en los que la oposición denunció fraude apoyada en la divulgación de más de 85% de las actas de votación, apresaron al coordinador nacional de Voluntad Popular (VP), Freddy Superlano, lo que dejó a la tolda naranja sin otro de sus líderes nacionales. Su fundador, Leopoldo López, permanece en el exilio desde el año 2020, al igual que exdiputados como Juan Guaidó, expresidente del interinato, así como diferentes figuras de esta organización. 

A otros activistas de la tolda naranja también los apresaron antes y después de las elecciones del 28 de julio y en vísperas de las regionales y parlamentarias del 25 de mayo. VP permanece en la Plataforma Unitaria Democrática, que apoya el liderazgo de María Corina Machado y Edmundo González, y mantiene su posición de no avalar ningún proceso electoral hasta que se reconozca la victoria electoral de González, asilado en España desde septiembre del año pasado.

“Los partidos políticos en Venezuela están en un momento crítico. Por un lado, están los principales partidos de oposición, en su mayoría, muy golpeados por las detenciones, el exilio, la clandestinidad de sus líderes y militantes en las regiones. Hemos visto un desmembramiento de las estructuras de la oposición y una desarticulación interna y externa, partidos que mantienen su apoyo a las líneas de María Corina Machado y otros que se apartaron como UNT y una disidencia de Primero Justicia (PJ), encabezada por Henrique Capriles”, considera el politólogo Tony Frangie Mawad.  

El analista político y presidente de la firma encuestadora Datincorp, Jesús Seguías, apuntó que las organizaciones políticas no solo en Venezuela sino en el mundo «están en crisis», debido a que sus líderes políticos no han entendido que los electores demandan la necesidad de una nueva forma de hacer política basada no en ideologías ni en extremos como la derecha o la izquierda, sino para enfrentar pensamientos «totalitarios o tiránicos».

«Es un elector que no acepta caudillos, imposiciones, empoderado por las redes sociales, que cada vez se siente menos identificado con los partidos políticos«, advirtió.

“Crisis de credibilidad”

Para Mawad, tanto UNT como Unión y Cambio, que agrupa a exdirigentes de PJ como Tomás Guanipa, José Guerra y Ángel Medina, enfrentan una crisis de credibilidad que quedó plasmada en el fracaso del 25 de mayo, en el que la abstención tras lo ocurrido el 28 de julio privó con más de 70%. Además por una denunciada “asignación irregular” de curules en la AN que les otorgó más escaños (siete y no tres) de los que merecían por la exigua votación obtenida. 

Añadió que lo crítico de la situación de los partidos en general también se refleja en la existencia de partidos “legales” que en realidad conforman una estructura “clientelar” que le es útil al chavismo cuando lo requiere. Aquí engloba tanto a partidos intervenidos judicialmente,  como organizaciones como Fuerza Vecinal y El Cambio, de Javier Bertucci, que no han dejado de participar en procesos electorales pese a la falta de garantías democráticas. 

Tanto VP, como Un Nuevo Tiempo (UNT), Acción Democrática (AD) y PJ atravesaron procesos internos de revisión y renovación de autoridades entre 2022 y 2023, con miras a la contienda presidencial de 2024, en un intento de recuperar la confianza de los ciudadanos ya mermada. Dicha crisis de confianza quedó evidenciada cuando las primarias presidenciales de 2023 las ganó Maria Corina Machado, quien mantenía un discurso antipartidos tradicionales. 

Todos, menos UNT, fueron intervenidos por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) en 2020 y sus siglas y tarjetas partidistas fueron entregadas a dirigentes “alineados” con el gobierno de Nicolás Maduro.

«La llegada de Hugo Chávez al poder fue producto del colapso de los partidos políticos. Quizás con Chávez se rompe el celofán en America Latina, pero eso formaba parte de un proceso de descomposición que había en toda la estructura política latinoamericana. Venezuela genera a Chávez, la gente en realidad no votó por él sino contra el estatus político anterior y el chavismo se consolida por la debilidad política y organizativa de la oposición venezolana», agregó Seguías.

Vente Venezuela en la clandestinidad

Mawad no descarta que incluso el partido de Maduro, Psuv,  esté atravesando un mal momento por la desconexión de la cúpula con las bases chavistas por la imposición de decisiones, por elementos como la corrupción y por sostener a un gobierno no electo por el voto popular. 

La misma organización que dirige Machado, Vente Venezuela, ha sido descabezada, con la líder en la clandestinidad, dirigentes como la exdiputada de la Asamblea Nacional, Dignora Hernández, y Henry Alviarez encarcelados desde antes del 28 de julio y otros activistas que permanecen tras las rejas de manera arbitraria. Un equipo de cinco integrantes de Vente permaneció refugiado en la Embajada Argentina durante más de un año y en mayo pasado abandonaron la sede diplomática en Caracas para marcharse a Estados Unidos.

“No nos vamos a rendir”

Primero Justicia, que preside María Beatriz Martínez, ha sufrido bajas importantes en sus filas con 18 encarcelados entre activistas como Mayra Castro (Miranda) y la docente María Isabela García (Apure); el alcalde de Maracaibo, Rafael Ramírez Colina, y la detención, dos días antes de las elecciones del 25 de mayo, del exdiputado Juan Pablo Guanipa. Martínez reconoció que la aprehensión de Guanipa, que se encontraba en la clandestinidad, “fue un golpe en el alma”.  

Del partido, que dirige desde 2022, defiende que supo alinearse con la voluntad de cambio de los venezolanos que avanzó con fuerza desde 2023 con un liderazgo, el de Machado, legitimado con votos y que encontró expresión con la victoria de Edmundo González. 

PJ ha resistido ataques para implosionar el partido, pero la tarea no está hecha. Son tiempos difíciles y la tendencia es dejarse arropar por la persecución, pero en lugar de eso hay que fortalecerse, profundizar la formación en valores y en la ruta a seguir para reconstruir a Venezuela. No dejar de escuchar a la gente, ser alternativas de soluciones, enlace con la diáspora que quiere seguir ayudando, acompañar a los liderazgos regionales, cuidando la seguridad”, dijo en declaraciones a Efecto Cocuyo

La gente no está «dispuesta a comprar mentiras»

La tolda aurinegra también sufrió el deslinde de un líder fundador como lo fue Capriles al que se sumaron otros dirigentes que hoy enarbolan las siglas de Unión y Cambio, que también postula candidatos para las elecciones municipales del 27 de julio. Sobre este tema, Martínez comentó que con la abstención del 25 de mayo la gente dejó sentado que tras las presidenciales no está dispuesta a “comprar mentiras” y advirtió que el país “evalúa”, “sopesa” y comprende que convalidar farsas electorales tampoco acercan al cambio.

“Es importante que los partidos nos fortalezcamos, nos organicemos y preparemos de cara a la realidad, con plena identificación a qué nos enfrentamos: una dictadura cerrada, evitando ponernos en riesgo, evaluando, saber que la lucha por Venezuela tiene parámetros que trascienden. Prepararnos también para cuando este ciclo termine”, subrayó.

Convergencia, que al igual que VP, PJ, AD, La Causa R, Copei y Encuentro Ciudadano permanecen en la Plataforma Unitaria, también fue “descabezada” por la detención de su coordinador nacional Biaggio Pilieri desde hace 10 meses. Hasta ahora el exdiputado ha sido la única voz autorizada de dicha organización. No sufrió una intervención judicial, pero su tarjeta electoral quedó invalidada a partir de las presidenciales de 2024.

Encuentro Ciudadano, presidido por Delsa Solórzano, también ha optado por el silencio casi absoluto, a ratos roto por publicaciones de la exdiputada en su cuenta de la red social X para condenar las políticas migratorias de EEUU contra venezolanos y recordar las detenciones arbitrarias como la del abogado Eduardo Torres. 

Los desafíos   

El exdiputado Williams Dávila, de AD, permanece detenido desde hace 11 meses en un hospital y sin garantías procesales. La dirigencia de la tolda blanca, encabezada por Henry Ramos Allup, también mantiene bajo perfil, pero se conoce su posición de no avalar procesos electorales previstos para 2025. Por su parte, Andrés Velásquez, de La Causa R, no ha parado de pronunciarse con contundencia a través de sus redes sociales.

“Nos estamos acercando a un modelo similar a la Alemania oriental comunista en la que había una serie de partidos que tenían representación, pero que realmente eran partidos satélites del partido comunista de Alemania o a Rusia, donde se habla de una oposición sistemática, aceptada, que realmente no se opone. Hemos llegado a un punto en que se ha vuelto un reto existencial mantener una organización política porque están afectadas por la clandestinidad, la incapacidad de movilizarse”, advirtió Mawad. 

En medio del difícil contexto, Rendueles subraya que las organizaciones políticas requieren recuperar la confianza de la ciudadanía en medio de la lucha por el cambio político, con una  “inversión importante” en formación, comunicación, liderazgo, estructuras e incluso activismo digital para enfrentar los desafíos actuales y venideros. 

“Hacen falta nuevos rostros, con nuevas ideas, propuestas e ideales claros. Hay que volver a construir una confianza que hoy está perdida, y eso se hace reinventando la forma de hacer política. Hay un estancamiento en términos generales. Venezuela necesita nuevos líderes que sepan recuperar esa confianza, que con honestidad y sin falsas promesas puedan abrir nuevos caminos para la participación política. No hay que ser ilusos, no es una tarea fácil, pero hay que empezar”, expresó.

Para Seguías, se debe comenzar a pensar en la creación de «un nuevo pacto social y político en el país» de cara al contexto que se plantea luego de los comicios presidenciales del 28 de julio.

«Los partidos políticos tienen que rehacer su juego, crear espacios de entendimiento para resolver temas fundamentales como la diáspora, la crisis económica, liberación de los presos políticos», añadió.