Paul Richard Gallagher fue una de las piezas que movió el Vaticano en La Habana. Aunque la mediación entre Cuba y Estados Unidos fue encabezada directa y personalmente por el Papa Francisco, Gallagher formó parte del séquito que lo acompañó en la misión como miembro del servicio diplomático de la Santa Sede y Secretario para la Relación con los Estados del Vaticano.
Venezuela es el próximo objetivo del nuncio apostólico. Su visita está anunciada para el 24 de mayo y, aunque trascendió que no vendrá como parte de una misión diplomática, es una figura de peso dentro de la jerarquía eclesiástica.
La noticia de su venida se produce después de que el Papa se refiriera en reiteradas oportunidades al caso venezolano e incluso enviara una carta al presidente Nicolás Maduro.
¿Cuál es el papel de Gallagher en Venezuela?
El arzobispo tiene una nutrida historia en el mundo diplomático de las sotanas. En 2009, fue nuncio apostólico en Guatemala y justo antes ejerció el mismo cargo en Burundi (África). También pasó por Tanzania y Australia.
Los expertos entrevistados afirmaron que será el responsable de abonar el terreno para sentar las primeras bases entre la iglesia católica y el Gobierno venezolano.
El rector de la Universidad Católica Andrés Bello, Padre José Virtuoso, conoce la experiencia del enviado especial desde hace años y considera que Gallagher viene a hacer una labor de “reconocimiento”.
“Gallagher es un hombre muy inteligente y tiene una larga trayectoria en el mundo diplomático”, dijo el rector Virtuoso.
Destaca que es la primera vez en la historia moderna de Venezuela que el Vaticano envía a un emisario. Esta movida de Roma viene antecedida por otras comunicaciones previas entre el Ejecutivo venezolano y el máximo pontífice.
El internacionalista y profesor de la UCV, Daniel Merchán, subraya que el Papa ha estado implicado en varios procesos de paz o de diálogo en América y Europa en los últimos meses. “El Papa ha venido a ser como una especie de pacificador. El caso más reciente en el que tuvo un rol relevante fue en la mediación entre Cuba y EEUU”, dijo.
Aunque el experto opina que las condiciones políticas no están dadas para que florezca esta primera iniciativa -por la poca disposición de concertación que existe en el Gobierno y en la oposición-, aseguró que no es imposible dado el precedente que se sentó en La Habana.
“En Venezuela la polarización se ha enconado más con el enfrentamiento entre la Asamblea Nacional y el Tribunal Supremo de Justicia, pero si fue posible el encuentro de elementos tan antagónicos como Cuba y Estados Unidos es porque hay posibilidad”, manifestó.
Credibilidad y presencia en los sectores populares son puntos que tiene la Iglesia a favor como posible catalizador del diálogo, señaló el experto.
Lo que ha llevado a la Iglesia a asumir un papel más activo en el caso venezolano es la percepción de “Estado fallido”, observa el presidente del Colegio de Internacionalistas, Juan Francisco Contreras.
“La preocupación que existe en la iglesia católica radica es que se está creando una percepción de que hay un Estado fallido en lo político y económico”.
El analista indicó que seguramente Gallagher viene con instrucciones precisas para abordar a los actores políticos, aunque no está previsto todavía que se reúna con el presidente Maduro.