El Partido Comunista de Venezuela (PCV), a través del buró político de su comité central, expresó su rechazo a lo que consideró una «ofensiva antidemocrática» de la gestión de Nicolás Maduro contra movimientos sociales y de izquierda, materializados en las últimas semanas con detenciones arbitrarias de dirigentes sindicales.
En una declaración de prensa, que reprodujeron en el sitio web Tribuna Popular, el dirigente Pedro Eusse dijo que el chavismo utiliza para este tipo de práctica la amenaza proveniente del gobierno de Estados Unidos contra su gestión, lo cual produjo que se hayan «han intensificado ataques y campañas de estigmatización» contra fuerzas populares y movimientos sociales «con el fin de justificar la profundización de una política económica y laboral absolutamente al servicio del capital».
Se refirieron a los casos de los dirigentes del sector educativo Nelson Torrealba, secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza en Aragua, y Roberto Campero, miembro de esta misma organización gremial, que definieron como «detenciones arbitrarias» y «desapariciones forzadas», que ocurrieron la semana anterior.
A Campero lo sacaron de su vivienda, un apartamento de la localidad de Turmero, sin una orden judicial. Se lo llevaron a paradero desconocido hombres encapuchados, que incautaron equipos electrónicos, telemáticos y celulares. Aún las autoridades no informan el motivo de su arresto ni se conoce en qué prisión se encuentra.
PCV denuncia criminalización contra la izquierda
«Se trata de matrices de criminalización que buscan justificar eventuales acciones represivas contra organizaciones y personalidades de izquierda que no se pliegan a la política oficial», expresó Eusse sobre las detenciones y los señalamientos de altos voceros del chavismo como Jorge Rodríguez y Diosdado Cabello, quienes en la última semana hablaron de «una falsa izquierda» para referirse a quienes desde esa corriente critican el accionar del chavismo.
El PCV que era un aliado del chavismo se alejó de la gestión de Maduro, lo que le valió críticas y la intervención judicial, a través del Tribunal Supremo de Justicia, de su tarjeta que le entregaron a dirigentes afines al mandatario.
Eusse también manifestó que «el gobierno pretende mantener una falsa narrativa de que es de izquierda y socialista, mientras persigue, criminaliza y estigmatiza a quienes levantan banderas de justicia social y defensa de los derechos humanos».
Además, la organización cuestiona desde hace varios años la política económica del chavismo, así como las decisiones que han pulverizado el salario mínimo, desarticulado sindicatos y el apoyo que consideran le dan al sector empresarial en detrimento de la clase trabajadora.