La oposición al régimen de Nicolás Maduro, incluyendo a la que va más allá de Juan Guaidó y su liderazgo, suma un nuevo revés en la lucha por un cambio político desde que el gobernante sucedió a Hugo Chávez en 2013. Para el politólogo Luis Salamanca, pese a que el gobierno interino se desliga del hecho, la Operación Gedeón se añade a una lista de fracasos en siete años endosados a los adversarios del régimen.
Aun así, Salamanca no considera que el fallido intento de insurrección genere un costo político para el líder opositor ni para la causa que representa, aunque sigue perdiendo fuerza a lo interno. La lucha continuará y se buscarán otras estrategias, pero el analista advierte que el cierre de las vías democráticas por parte de Maduro y su entorno deja la puerta abierta al surgimiento de más opciones de fuerza.
“Ahora en Venezuela no se practica la democracia, todas las instituciones están devastadas. Maduro sigue y Guaidó lucha, internacionalmente mantiene intacto el apoyo, pero internamente ha perdido fuerza porque ofreció una solución que estaba cerca”, expresó.
Riesgo de captura sube de nivel
A juicio del politólogo, el presidente de la Asamblea Nacional ha tenido logros en el camino, entre ellos el posicionamiento de la oposición dentro y fuera del país y el apoyo internacional. “Antes de Guaidó la oposición estaba perdida”, dice; pero admite que lo más importante que es la salida del régimen no se cumple y eso resta valor a lo anterior ante la opinión pública.
“Como la acción fue fallida, nadie quiere asumir el fracaso. Uno nunca se ve tan mal como cuando pierde ni tan bien como cuando triunfa. Si la Operación Gedeón hubiera tenido éxito todo el mundo estaría pegado, atribuyéndose logros”, aseveró.
Miraflores acusa a Guaidó de firmar un contrato con la empresa de seguridad y defensa Silvercorp para la ejecución del plan, con el apoyo de los gobiernos de Estados Unidos y Colombia. El presidente interino lo niega. Salamanca indica que esta responsabilidad atribuida lleva a otro nivel el riesgo de captura del titular del Parlamento, pero el régimen aún evalúa si dar o no ese paso por la amenaza de EEUU.
“Tiendo a creer que no ocurrirá nada por no tentar a la suerte. Guaidó sigue siendo una referencia importante, para el gobierno y para la oposición”, añade.
Patrón fallido
En cada una de las alocuciones desde que se detectara el intento de insurrección el 3 de mayo, Maduro, sus ministros y hasta el fiscal Tarek William Saab destacaron el “poderío” militar, miliciano- ese del que tanto se burlan, dijo Saab- y organización social que dio al traste con la agresión imperial. Pero especialmente se resalta la capacidad de los órganos de inteligencia de infiltrar las operaciones y frustrarlas.
“Lo sabíamos todo (…) ya desde el viernes 1 de mayo”, aseguró Maduro el lunes 4 de mayo, sobre el intento de insurrección detectado en las costas venezolanas. Salamanca explica que es un patrón en más de seis intentos de forzar la salida del gobernante: son detectados antes que ocurra, atropellados, mal preparados, sin inteligencia militar, mal ejecutados y por lo tanto fallidos.
Aclara que hasta ahora no toma como ciertas totalmente ninguna versión de los hechos porque considera que hace falta la investigación de un órgano independiente que permita llegar a la verdad. También manifiesta estar consciente de que cada bando político manipula según sus intereses.
Pero con algunos elementos cree que la Operación Gedeón fue llevada a por un grupo con desesperación, in extremis (de último momento), que esperó la llegada de un dinero, este no llegó, se quedaron solos y decidieron actuar. “Creyeron que no los habían detectado pero los estaban esperando”, agregó.
“Maduro no está en plan de negociar”
A juicio de Salamanca, la victoria que se atribuye el régimen chavista ante el nuevo intento de derrocarlo, le resta interés a Maduro en lo que aceptar una negociación se refiere. No implica que en un futuro persista la negativa, pero por ahora aleja la posibilidad de que las conversaciones se reanuden.
“Maduro no está en plan de negociar hoy. Cierra las vías constitucionales y espera que le respondan por la fuerza, lo que pasa es que el que responde no tiene fuerza militar sino ciudadana, del voto”, advirtió.