“Reformateo” del diálogo no debe excluir México, opinan voceras del Foro Cívico
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Desde el Foro Cívico no solo intentan incidir en la elección de un Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) más equilibrado, también trabajan para que se reanude el mecanismo de negociación en México.

Los contactos con actores políticos, tanto del chavismo como de la oposición, no han cesado, confirman dos representantes de esta plataforma que agrupa a distintas organizaciones de la sociedad civil.

Tanto la arquitecta y vocera del movimiento ciudadano Dale Letra, Mariela Ramírez, como la presidenta de la asociación Sinergia, Deborah Van Berkel, coinciden en que el “reformateo” del diálogo que anunció el gobierno de Nicolás Maduro no debe excluir el mecanismo que inició en México con auspicio del Reino de Noruega.

Esto luego de que el vocero de la delegación chavista y diputado Jorge Rodríguez afirmara tajante que la mesa de México “cumplió su misión” y que no se sentarán más con el opositor Juan Guaidó.

Diálogo paralelo

Las declaraciones del gobierno apuntan a la reedición de una “Mesa de Diálogo Nacional” en donde representantes de la llamada “oposición moderada” y otros actores (del sector económico, por ejemplo) desplacen al denominado “gobierno interino”.

Sobre esto, Van Berkel opina: “El diálogo no puede partir con la exclusión a priori de los actores. Se debe insistir en la necesidad de que se incorpore a todas las partes y que se abra un compás de encuentro y de escucha poniendo los intereses del país primero”.

Si bien la educadora opina que es positivo que se produzcan encuentros nacionales que incluyan a nuevos actores, pues considera que “el diálogo no puede ser capitalizado por una sola parte”, también señala que las negociaciones de México “no se pueden obviar”.

“El diálogo no puede ser visto como una sola instancia o un solo proceso con contados actores de la vida política, debe incluir a la sociedad desde sus bases (…) México fue un primer paso, el memorándum de entendimiento puede ser un punto de partida para retomar esas conversaciones”, afirma.

Agrega que la Mesa Social, que fue aprobada en un acuerdo parcial, debe ser retomada como un espacio para “poner en conocimiento y debate los aportes de la sociedad venezolana y que sirva de bisagra entre las decisiones políticas y las demandas de la sociedad”.

“La edificación de espacios de encuentro y entendimiento entre los diferentes actores nacionales no son contradictorios con el mecanismo de México, por el contrario, son necesarios para apuntalar y robustecer sus probabilidades de éxito”, expone Ramírez.

La activista coincide en que el sector que representa Guaidó no debe ser excluido: “El proceso de entendimiento pasa por el reconocimiento y el compromiso de la totalidad de los actores institucionales, políticos y sociales. No es un asunto sectorial o político, es un tema de nación que debe ser abordado con responsabilidad, especialmente por quienes ejercen el poder”.

¿Más actores en México?

Los representantes de los partidos judicializados que integran la “Alianza Democrática” (AD) han reclamado un espacio en México, pero al ser ignorados confirmaron su participación en el “reformateo” que propone el oficialismo.

Guaidó ha respondido que la delegación de la Plataforma Unitaria no será modificada por capricho del chavismo y ha calificado a los integrantes de la alianza como criminales. El político los acusa de ser una “falsa oposición”.

Sin embargo, el Foro Cívico sí fue invitado a formar parte de la Plataforma Unitaria, pero la propuesta fue rechazada, dijo a Efecto Cocuyo una fuente que prefirió mantener su nombre en reserva.

Consultada sobre si estarían dispuestos a participar directamente en la negociación, Van Berkel responde: “Depende del diseño que se haga y cómo se estructure la posibilidad real de que ahí, en ese espacio, no se den situaciones donde la autonomía o acción propia de las organizaciones pueda estar en riesgo. Tendría que ser un espacio donde se pueda hacer planteamientos, consignar propuestas y debatir, pero de manera transparente y en cierta forma pública”.

Hasta ahora no hay información pública que confirme la reanudación de las negociaciones en Ciudad de México, a pesar de que algunos opositores como Gerardo Blyde y Freddy Guevara anticipaban un pronto regreso.

Nuevo TSJ

El Foro Cívico actualmente participa en el proceso de designación de nuevos magistrados del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), a pesar de haber sido criticados por hacer lo mismo en la elección de rectores del Consejo Nacional Electoral (CNE).

Sus detractores opinan que la intervención del Foro Cívico no se tradujo en un Poder Electoral más independiente y, por el contrario, legitimó a una cuestionada Asamblea Nacional.

No obstante, Ramírez explica los motivos: “Decidimos, ante la reforma del Poder Judicial, no ser espectadores pasivos ante el proceso de elección de nuevos magistrados, como señal de nuestro compromiso con el trabajo cívico por el fortalecimiento de las instituciones nacionales”.

“Nuestra acción es una protesta y protestar es negarnos a ser reducidos a cero y a un silencio impuesto. Por ello, bajo protesta y denunciando las irregularidades del proceso, resolvimos apoyar la postulación de juristas que quisieron poner su nombre al servicio del país, que reúnen los requisitos constitucionales y gozan de la honorabilidad y de la trayectoria que debe exhibir quien pretenda ostentar tan alta magistratura”, argumenta.

La elección del nuevo TSJ quedó en suspenso por decisión del Legislativo, dominado casi en su totalidad por el chavismo, que decidió aplazar los nombramientos por “falta de consenso”.