Funcionarios carcelarios trasladaron al sindicalista y preso político Rubén González a un centro de salud, tras sufrir una crisis de hipertensión. Horas más tarde fue regresado a su celda, donde se encuentra actualmente.
De acuerdo con el dirigente de Primero Justicia, Mauro Zambrano, la tarde de este jueves, 28 de noviembre, el sindicalista padeció de una subida en la presión arterial por lo cual fue trasladado desde la cárcel de La Pica, estado Bolívar, hasta un Centro de atención integral cercano (CDI). Sin embargo, aún con la tensión alta devolvieron en horas de la noche a González a su celda, donde permanecerá hasta que nuevamente en la mañana sea llevado a examinar, informó Zambrano a Efecto Cocuyo.
De acuerdo con sus compañeros del gremio, la hipertensión es una característica que ha definido la salud de González, incluso antes de su reclusión en el 2018.
Según Zambrano “de aquí a mañana le pude pasar algo porque se trata de una tensión muy alta”. El dirigente opositor estima que esta medida fue tomada porque los hospitales “no tienen capacidad de atención”.
Rubén González “es un preso que ha sido perseguido durante más de 10 años por defender derechos laborales”, según Marino Alvarado, miembro fundador de Provea.
La primera vez ocurrió cuando fue juzgado en el año 2009. En un juicio que duró cinco años, estuvo 14 meses en la cárcel. Aunque lo condenaron a siete años de prisión, en 2010 el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) declaró la nulidad de esa decisión y fue absuelto.
En ese entonces lo acusaron de liderar una huelga general. Pero 10 años después, un tribunal militar lo condenó por ultraje al centinela y ultraje a la Fuerza Armada Nacional, dos delitos castrenses. Las razones son las mismas que hace una década: estar al frente de la defensa de los trabajadores de Ferrominera del Orinoco.
Este viernes 29 en la mañana, familiares de Rubén González llegarán desde Puerto Ordaz para visitarlo y corroborar su estado de salud.