Sin salidas políticas ni acuerdos. Las medidas judiciales de Estados Unidos, el apoyo a la conformación de un gobierno de emergencia planteado por Juan Guaidó y las reacciones de la administración de Nicolás Maduro, no dejan a la vista salidas políticas ni acuerdos mínimos. (exitonetaproom.com) Politólogos advierten que ni la emergencia por el COVID-19 ni sus consecuencias lograrán que el enfrentamiento político quede a un lado.
“Es prácticamente imposible separar esta emergencia de la política y lo vimos desde un inicio. Lo primero que Maduro prohibió a propósito de la cuarentena fueron las manifestaciones políticas”, indicó el politólogo Benigno Alarcón.
De acuerdo con el director del Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la Ucab (Cepyg-Ucab), el tema de las sanciones internacionales ha demostrado poca efectividad como medida de presión contra Maduro y su entorno.
Más bien ha sido aprovechada por Miraflores para eludir su responsabilidad sobre la emergencia humanitaria, pese a que el acceso a medicinas y ayuda humanitaria en general, reitera Alarcón, no están bloqueados para Venezuela.
“El gobierno de Maduro insistirá en lo que bien sabe hacer, que es desviar la atención hacia Estados Unidos y la oposición para echarles la culpa de todo, en este caso de las consecuencias de la propagación de la enfermedad en el país. Pero al final tendrá que asumir su responsabilidad, porque los daños no se van a poder ocultar pese a la opacidad de las cifras sobre el virus”, advirtió.
Este martes 31 de marzo, el jefe del Departamento de Estado Mike Pompeo y el representante para Venezuela, Elliott Abrams se hicieron eco del planteamiento de conformación de un gobierno de emergencia nacional propuesto por Guaidó. Enfatizaron en que solo levantaran las sanciones si Maduro acepta elecciones libres sin su candidatura y hasta se sugirió que el mismo Guaidó se aparte para facilitar el proceso.
Rechazo de Maduro
La respuesta de Maduro fue un comunicado de la Cancillería donde rechazaron “la pretensión de tutelaje” de la administración de Donald Trump. También la convocatoria a un Consejo de Estado en la que ratificó el reconocimiento al diputado Luis Parra como presidente de la Asamblea Nacional.
“Poner como condición que Maduro se vaya del poder y reconocer a Parra como presidente del Parlamento nacional, no contribuyen con lo que se pudiera esperar en un momento de calamidad pública, que es que en aras de salvar vidas los factores políticos se pongan de acuerdo aunque sea en mínimos términos. Las actuaciones hasta ahora han sido mezquinas”, expresó el politólogo Daniel Santolo.
Alarcón añadió que lo planteado por el Gobierno estadounidense a partir de lo dicho por Guaidó, es 99% igual a lo que se puso sobre la mesa durante las negociaciones en Barbados del año pasado, y que el chavismo rechazó. Nada indicaba que lo aceptarían en estos momentos, por lo que no ve salidas políticas.
“EEUU quizás cree que en estos momentos el gobierno de Maduro está en una posición de debilidad y podía reconsiderar su postura. Yo tengo dudas de que eso sea así y de que Maduro sea capaz de entregar el poder para salvar al pueblo, simplemente les echará la culpa a EEUU y a la oposición de lo que pase en el país en las próximas semanas”, acotó.
Descartan tregua
De momento, ambos analistas descartan que pueda producirse un acuerdo entre las partes, ni siquiera para mitigar los efectos de la pandemia en el país.
Santolo señala que lo ideal es que Miraflores reconozca la legitimidad de la AN presidida por Juan Guaidó, al menos para darle legalidad a la solicitud de recursos internacionales y encontrar respuestas positivas de la comunidad internacional.
Las señales dadas hasta ahora indican que sucederá lo contrario. La presencia de Luis Parra en el Consejo de Estado en representación ilegítima del Poder Legislativo, lo ratifica.
Pero Alarcón va más allá y afirma que aun si se produjera un acuerdo para que lleguen respiradores y otros equipos para atender a los contagiados por el virus, la infraestructura de salud es tan precaria que no detendrá las consecuencias devastadoras, vistas en países fuertes de Europa como España.
“No hay acuerdo que cambie la situación, no se resolverá mucho, ni habrá diferencias significativas con el tema de la salud porque ya estamos tarde. No se trata de cuántos barcos lleguen con insumos, no hay en el país una infraestructura que aguante, porque hasta a países con sistemas de salud más fuertes, el virus ha golpeado duro”, advirtió.
Desconfianza de la población
La analista político e investigadora social, Mirla Pérez, agrega que en estos momentos las comunidades, especialmente las vulnerables, no esperan ni confían en que se adoptarán las medidas necesarias para garantizarles el derecho a la comida y a los servicios públicos. Menos para detener los estragos del COVID-19. Apunta que esa desconfianza se extiende tanto al gobierno de Maduro como a la oposición que lidera Guaidó.
“Es preocupante que una cuarentena se prolongue con gente que no tiene acceso a alimentos y ni siquiera para procurarse el ingreso para comprar, porque vivía del día a día. Es como una bomba de tiempo, que al explotar podría traer violencia, inestabilidad y mayor incertidumbre”, dijo.
De allí que las salidas políticas sean necesarias entre los sectores políticos enfrentados.