Para el Observatorio Electoral Venezolano (OEV), el Consejo Nacional Electoral (CNE) no está tomando en cuenta la complejidad propia de unos comicios parlamentarios, profundizada por el aumento en el número de cargos a elegir (de 167 a 277), tampoco los obstáculos, por el riesgo de contagio, que supone el avance de la pandemia en el país.
La ONG presenta un análisis del cronograma electoral de los comicios de la Asamblea Nacional, fijados para el 6 de diciembre de 2020, del cual se desprende que el ente comicial dispuso lapsos más cortos para etapas claves del proceso, en comparación con parlamentarias anteriores. Al respecto subraya que un calendario adecuado contribuye a crear condiciones de transparencia.
“Se organiza (las elecciones) justamente en un contexto global y nacional tan inédito como complejo: en medio de una pandemia que exige nuevas capacidades institucionales para rediseñar y adecuar fases y procesos que generen, además de condiciones electorales aceptables, garantías sanitarias a todos los involucrados en esta dinámica electoral parlamentaria”, expresa el OEV en su informe.
Lapsos que se reducen
Los comicios de la AN de 2005, 2010 y 2015 incluyeron 105, 103 y 102 actividades mientras que en el cronograma 2020 se incluyen 88, lo cual representa entre 14 y 17 actividades menos. En algunos casos, señala la ONG, algunas actividades fueron reagrupadas o reorganizadas, por ejemplo la publicación de los resultados electorales en Gaceta Electoral (30 días) se prevé como actividad única, mientras que en 2015 se dividió en la publicación primero en la página y luego en la Gaceta.
De acuerdo con el estudio, la jornada especial del Registro Electoral (RE) celebrada entre el 13 y el 29 de julio tuvo 140 días menos en comparación con 2015, presentación de autorizados para postular nueve días menos, la sustitución y modificación de postulaciones tiene 38 días menos y el taller de información financiera electoral once días menos. El despliegue lineal de equipos tecnológicos electorales para el evento electoral también bajó de 22 días a 18.
Sobre el Registro Electoral la ONG destaca que no solo se redujo el lapso sino la cantidad de puntos habilitados en todo el territorio, solo 551 centros, mientras que en 2015 se abrieron 1.568 que abarcaron los 335 municipios.
A la campaña institucional y comunicacional de las elecciones le restaron diez días, al taller de información financiera electoral once días, a la producción de máquinas de votación ocho días y a la campaña electoral seis días.
“En este cronograma 2020 el lapso de la actividad llamada Producción de máquinas de votación para el evento baja comparativamente a 19 días. Esto es especialmente relevante si se toma en cuenta que la mayoría, si no la totalidad, de las máquinas de votación van a ser nuevas”, indica el OEV.
El ente comicial no ha informado cuántas máquinas de votación se usarán para el venidero proceso, qué empresa será la proveedora y si será la misma que producirá el software.
En este cronograma 2020 tampoco figura de manera explícita la aprobación del reglamento de campaña electoral, que ordena la Ley de Procesos Electorales (Lopre), ni la jornada informativa sobre postulaciones. Ambas eran parte de las actividades del cronograma de 2015.
Solapamiento
En el análisis también se detecta que la elección de los miembros de los organismos subalternos (juntas regionales electorales, juntas municipales, parroquiales y los miembros de las mesas electorales) se hizo el 23 de julio, antes de generar el corte del Registro Electoral definitivo, tal como se hizo en procesos anteriores.
También debió hacerse antes de dicha escogencia la definición de la tablamesa que es el listado completo de todas las mesas que funcionarán por centro de votación en el país durante las elecciones.
“Son requisitos previos indispensables para una selección (de los organismos subalternos) que respete las disposiciones legales”, advierte el Observatorio.
La pandemia
“La pandemia de COVID-19 obliga a pensar en nuevas formas de cómo acometer las actividades de los cronogramas electorales, en el entendido de que se debe garantizar el derecho a la salud y el ejercicio de los derechos políticos, que en más de un caso puede requerir que la actividad se realice en mayor tiempo que en condiciones normales”, señala el OEV.
En este sentido, recopiló una serie de recomendaciones del Departamento para la Cooperación y Observación Electoral (Deco) de la Organización de Estados Americanos (OEA), para organizar elecciones en medio de la pandemia, entre ellas:
- Los órganos electorales deben considerar los ajustes al calendario electoral ante situaciones que impidan o limiten el acceso de ciudadanos a los servicios electorales (como inscripción o cambio de domicilio en el registro electoral y la inscripción de candidaturas, por ejemplo), particularmente cuando ello pueda repercutir en el ejercicio del derecho a elegir y ser elegido.
Fueron obvias las limitaciones para que los electores pudieran desplazarse hacia los puntos del RE por la cuarentena radical en algunas regiones. Otras organizaciones de observación electoral como Súmate cuestionaron que el CNE no estableciera un plan de contingencia. Las medidas de bioseguridad para prevenir el COVID-19 tampoco fueron respetadas cabalmente en los puntos.
- Para realizar actividades de capacitación a trabajadores, miembros de mesa y delegados de partidos políticos sobre distintos aspectos del proceso electoral, existen plataformas virtuales que permiten llegar a la mayoría de los destinatarios de zonas urbanas. Se deben implementar manuales de actividades en formato escrito, gráfico e infográfico, tanto para complementar la capacitación virtual como para las zonas a las que no se puede llegar con estos medios.
- Las operaciones de adquisición, acondicionamiento, preparación para el envío, transporte y distribución de materiales, documentos y equipos electorales también deben ser objeto de consideración especial en cuanto a riesgo sanitario e higiene. Por ejemplo, los distintos kits electorales deben embalarse con cubiertas plásticas impermeables de manera de poder ser tratadas con desinfectantes líquidos sin alterar o dañar los contenidos y equipos.
- Para evitar la concentración de gran número de gente o la ubicación de juntas receptoras de votos o mesas de votación en lugares estrechos, debe replantearse la designación de recintos electorales. Se recomienda elegir aquellos que cuenten con grandes áreas o superficies.
Al menos 40 etapas en la organización y celebración de una elección pueden convertirse en riesgos significativos de contraer COVID-19 para los trabajadores electorales y los votantes.
Por último, el OEV, cuestiona que en el cronograma electoral no se contempla ninguna actividad referida a la observación nacional ni a la observación internacional de los comicios parlamentarios, lo cual generará mayor desconfianza en torno al proceso.