Al caer el sol, este domingo 23 de octubre el país quedó en un limbo. Los venezolanos se vieron entre una Asamblea Nacional en rebeldía y un acuerdo de “ruptura constitucional”; un Gobierno que amenaza con disolver al Parlamento y a un Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) que sentenció que el Poder Legislativo está en desacato; por lo que sus acuerdos y leyes sancionadas, serían nulos. Todos se desconocen entre sí.Lo prometido es deuda, dice un refrán popular. “Lleven cotufas y refrescos”, anunció el presidente de la AN, Henry Ramos Allup, el viernes 21 de octubre al convocar a la sesión extraordinaria. Y efectivamente hubo mucho para ver.Ya estaba advertida la importancia de la sesión. Los diputados de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) llegaron antes de las 9:00 am a la sede del otrora Congreso Nacional, acompañados por sectores de la sociedad civil como representantes estudiantiles, transportistas y concejales. Ismael García, Marco Bozo, Miguel Pizarro, Juan Requenses, Adriana D’Elia, Alfonso Marquina y Luis Parra fueron algunos de los tempraneros.Dentro del Hemiciclo, algunos parlamentarios aprovecharon el tiempo para tomarse selfies con sus colegas, mientras que otros chateaban por celular, leían sentados en sus puestos o conversaban entre sí para esperar que las agujas del reloj marcaran las 11:00 am.A esa hora, al mismo tiempo en que Ramos Allup anunciaba el inicio de la sesión, a la sala ingresaron los diputados del Bloque de la Patria, entre ellos Nora Bracho, Héctor Rodríguez, Tania Díaz, Hugbel Roa, Víctor Clark, Earle Herrera, Pedro Carreño y Elías Jaua. Algunos exhibieron de entrada la foto del expresidente Hugo Chávez y del libertador Simón Bolívar al sentarse en sus curules. Diosdado Cabello no apareció en el parlamento.El inicio de esta sesión dominical prometía. En el debate del día estarían incluidos los temas: ruptura del hilo constitucional, mecanismos de presión y denuncia de instituciones del Estado ante cortes internacionales, nombramiento de nuevos magistrados del TSJ y rectores del Consejo Nacional Electoral (CNE), anuncio de la apertura de un juicio político al presidente Nicolás Maduro y revelaciones sobre su supuesta doble nacionalidad, y un llamado a la Fuerza Armada Nacional.La primera palabra fue la de Julio Borges: ”El pueblo tiene la potestad que le da la constitución de declararse en rebelión y hoy la Asamblea Nacional se declara en rebelión”, expresó después de citar al escritor y político venezolano Juan Germán Roscio. Indicó que la razón para esto fue la suspensión del proceso para el revocatorio por el CNE.Las réplicas del Psuv no se hicieron esperar. Desde sus curules les gritaban “golpistas” a sus pares de la oposición, quienes respondieron al unísono: “el pueblo se respeta”. En total, fueron 14 intervenciones de diputados para el debate del proyecto de Acuerdo para la Restitución del Orden Constitucional en Venezuela. En la voz del segundo ponente, Luis Florido, también opositor, estuvo la responsabilidad de explicar cuáles serán las movidas internacionales de los parlamentarios: exigir a la Organización de Estados Americanos la activación de la Carta Democrática y denunciar a las rectoras del CNE y magistrados del TSJ ante la Corte Penal Internacional de La Haya por la violación de derechos humanos.Después del diputado de Voluntad Popular, Juan Guaidó, quien recordó que el 26 de octubre será la Toma de Venezuela por el rechazo a la suspensión del revocatorio, le tocó el turno al oficialista, Earle Herrera.“Lo que pretenden aquí es un Carmonazo”, advirtió sobre las medidas que piensa implementar la AN para retomar el hilo constitucional que consideran perdido. Acto seguido se abrió la camisa de botones y mostrar una franela de la ilustración de los ojos de Chávez, color verde manzana. Al bajar del podio le esperaban los abrazos de sus camaradas felicitándolo por su intervención.La esperada prueba de la doble nacionalidad del Presidente no llegó. La diputada Dennis Fernández, de Acción Democrática, informó que este punto sería diferido porque la prueba llegaría en las próximas horas y enumeró las diversas instancias a la que tuvo que solicitar información la comisión designada para este fin. Sus compañeros la apoyaban con un “¡Maduro colombiano!” y los adversarios del Psuv se rieron de ella.Los ánimos se agitaron cuando Tania Díaz, parlamentaria oficialista, conminó a los presentes a levantar la mano si habían firmado para el revocatorio, pues para ella algunos de los diputados de la oposición no lo habrían hecho. “¡Yo sí firmé!” fue la respuesta de varios de sus interlocutores. Tania DíazUsó una tableta de última generación para leer un comunicado de la Cancillería colombiana, en el que se aseguraba que no habían encontrado información en ninguna institución sobre la presunta nacionalidad colombiana de Maduro. Desde el palco, los invitados a la sesión le gritaron críticas sobre el dispositivo que utilizó y le preguntaban por qué no tenía una Canaimita (tableta fabricada por empresas del Gobierno).El diputado Luis Emilio Rondón, parte de la coalición opositora, explicó que la discusión sobre la nacionalidad del presidente se acabaría si éste presenta su partida de nacimiento, y declaró el abandono del cargo del Ejecutivo. “Pictóricamente, Maduro está revocado unánimemente por la AN”, exclamó ante el detalle de que los diputados del Psuv no llevaron fotos del actual Presidente; sino solo de Chávez y Simón Bolívar.

La interrupción violenta

Los rumores de que seguidores del chavismo rodearon la AN iniciaron junto con la sesión extraordinaria, aunque minutos antes, una detonación se escuchó en las afueras pero pocos de los asistentes se mostraron preocupados. Desde una ventana se veía a la gente correr hacia la estación del Metro de Capitolio por la avenida Universidad.Hasta las 12:00 m, el debate transcurrió sin inconvenientes. A esta hora nuevos rumores llegaron: los grupos adeptos al Gobierno intentaron ingresar al Parlamento.Minutos después, tras el vitral izquierdo del salón Simón Bolívar que retrata a Rómulo Betancourt, se veía correr a una muchedumbre de personas. Las puertas del Hemiciclo fueron cerradas por el personal de seguridad y la intervención de Enrique Márquez continuó.Pero mientras el diputado denunciaba la irrupción de los ciudadanos oficialistas, dos reporteros de Caraota Digital entraron corriendo a la sala y detrás de ellos, el parlamentario Roque Valero. Uno, dos, tres… una multitud cercana a 100 personas ingresó abruptamente al hemiciclo. Cascos de motorizados, chaquetas negras, camisas rojas, banderas de la diversidad sexual eran las características más visibles de los recién llegados a la AN. Algunos lograron subir al estrado, pero fueron sacados por los escoltas de Ramos Allup. Él se limitó a quedarse sentado en su puesto, mientras llamaba al orden. Su voz no fue escuchada. Los chavistas se habían subido a las curules y ventanas; los diputados de la MUD Miguel Pizarro, Carlos Paparoni y Juan Requesens se habían quitado el saco y corrieron a enfrentar al grupo. Los encargados de seguridad de la AN no se dieron abasto.Héctor Rodríguez en ANDurante la sesión, del lado de la bancada chavista, Héctor Rodríguez y Víctor Clark se mantuvieron entretenidos en documentos y no reaccionaron exageradamente a los discursos de la oposición, a diferencia de otros de sus colegas. Hasta que el grupo de colectivos y simpatizantes del Gobierno se apoderó al hemiciclo. Ambos parlamentarios fueron los encargados de tranquilizar a los militantes del Psuv, apoyados también por el alcalde de Caracas, Jorge Rodríguez. “Fuera, fuera” y “Si se prende el peo, con Maduro me resteo” eran las consignas que más se escuchaban.“Eran tantos, que cuando ingresaron al Parlamento, nos bombardearon. Y eso que habíamos trancado la puerta con un escritorio y como cinco (personas) empujábamos para que no entraran”, comentó a Efecto Cocuyo uno de los trabajadores de la AN.Testigos que se encontraban en el pasillo por donde se ubican los baños y el servicio médico del Palacio Legislativo, indicaron que el alcalde Rodríguez, pasados unos minutos tras la irrupción, ordenó a los chavistas retirarse del sitio y acudir a la Plaza Bolívar. “Ya está bueno ya”, decía el burgomaestre según la fuente.A las 2:00 pm se restituyó el orden, pero ya dos medios de comunicación habían sido robados; el periodista del oficialismo, Oswaldo Rivero, había sido herido y la corresponsal internacional, Andreína Flores, fue amenazada de muerte por miembros de colectivos. También fue golpeado por los seguidores del chavismo Carlos Bravo, dirigente de AD.Jaua, Díaz y Pedro Carreño tuvieron oportunidad de hablar después del segundo asalto a la AN en la historia del país, lo que causó más de una hora de retraso a la sesión. Ninguno de ellos hizo mención al asunto.No obstante, Héctor Rodríguez ayudó a desalojar el primer piso en el área de los balcones, ya que el presidente del Parlamento indicó que no se reanudaría la sesión hasta que solo quedaran periodistas en esa área.El ex protector del estado Miranda solo reiteró el llamado a sus filas para salir a la calle el martes 25 de octubre y defender la revolución.Cerca de las 3:00 pm terminó la sesión. Los diputados de la MUD, que son mayoría, aprobaron el acuerdo de restitución de la constitucionalidad y entonaron el himno nacional; mientras que los parlamentarios oficialistas les gritaban como al inicio: “¡golpistas!”. ]]>

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