Este martes 12 de enero había grupos oficialistas por los cuatro costados de la Asamblea Nacional (AN). Gritaban a todo pulmón consignas a favor del gobierno y groserías contra los pocos diputados de la Mesa de la Unidad Democrática que se acercaron al Palacio Legislativo.

Los medios de comunicación se vieron en la obligación de entrar al Palacio con el “fondo musical” de  ofensas como “Huelen a azufre”, “Oye, golpista, ven pa´que veas, aquí está el pueblo que te va dar la pelea” .Ya para ese momento el rumor de suspensión de la sesión se hacía cada vez más fuerte.

A las 10:15 de la mañana Roberto Marrero, secretario de la AN y Henry Ramos Allup, presidente del Parlamento, ingresaron al hemiciclo de sesiones. Las curules de la oposición y del oficialismo estaban vacías. Allup veía constantemente su reloj hasta que a las 10:30 am pidió al secretario verificar el quórum. Este le dijo que no lo habían alcanzado y por tanto se suspendió la que sería la segunda sesión ordinaria de esta legislatura.

El presidente del Legislativo decidió hablar con la prensa, pero su tono no era amable. No quiso declarar por qué la bancada de la MUD no asistió y ante el escenario del conflicto con el TSJ puntualizó que “nada ocurre en la víspera, ya verán”. A uno de los reporteros presentes le dijo que “los medios de comunicación están acá adentro porque la Junta Directiva y los diputados así lo decidieron”. Al mismo tiempo, el diputado Diosdado Cabello también decidió hablar con los medios de comunicación. Apenas unos metros separaban a ambos representantes políticos, pero en ningún momento hubo acercamiento físico.

Los diputados del PSUV  llegaron en bloques. Venían desde el Teatro Principal donde el jefe de bancada, Héctor Rodríguez, había denunciado “compra de votos en el estado Amazonas”. Cilia Flores, diputada y primera dama, se encontraba aislada del grupo. Por primera vez decidió hablar del caso de Efraín Campos Flores y Franqui Francisco Flores. Habló pausada, sin alteraciones. “Ya hubo un choque del poder de la ultraderecha y la revolución, ya hubo un choque”, precisó ante el escenario que se plantea entre el Poder Judicial, el Legislativo y el Parlamentario.

La tensión se sentía. Ramos Allup subía a su despacho, volvía a bajar. Subió y bajó de nuevo, esta vez acompañado del gobernador de Amazonas Liborio Guarulla y varios de los diputados de oposición. Estaban del lado sur del Palacio Legislativo y los del oficialismo estaban en el lado norte. La emblemática fuente separaba a ambos grupos.

Edgar Zambrano, Diosdado Cabello, Pedro Carreño, y Cilia Flores se reunieron en una esquina del jardín del legislativo. Hablaban muy cerca y cuando ya los medios de comunicación se acercaban, decidieron dispersarse. Posteriormente, Cilia Flores y Ramos Allup tuvieron un encuentro, en el que además de un beso en la mejilla y un apretón de manos, intercambiaron algunas palabras.

Cilia y Zambrano
Cilia y Henry

Los del oficialismo se retiraron y los de la oposición se reunieron para definir varios puntos: la total definición de las presidencias y vicepresidencias de comisiones, la forma en la que manejarán el conflicto con el Poder Judicial y la materia que debatirá este miércoles 13.

Afuera, la Asociación Bolivariana de Taxistas gritaba a cada uno de los diputados de la MUD que veían a través de las rejas. “Esos son unos sucios, unas ratas”, finalizó un hombre completamente vestido de rojo.

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