El proceso de diálogo entre el Gobierno nacional y la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) dio inicio en medio de una crisis política, social y económica que afronta el país. Al finalizar la noche del 30 de octubre, ambos bloques políticos acordaron la creación de cuatro mesas de trabajo para tratar temas como el Estado de Derecho, la justicia, el calendario electoral y la situación económico-social.

Dos días después, la mayoría opositora en la Asamblea Nacional difirió el inicio del procedimiento de declaratoria de responsabilidad política contra el presidente Nicolás Maduro, pautado desde el martes 25 de octubre. Además, Henry Ramos Allup, presidente del Parlamento, informó sobre la cancelación de la marcha hacia el Palacio de Miraflores convocada para el 3 de noviembre.

De esta manera, la agenda política planteada por la MUD dio un giro de 180 grados.

Benigno Alarcón, director del Centro de Estudios Políticos de la UCAB, precisó que la suspensión del “juicio” contra el Presidente y la movilización hacia el Palacio Presidencial pudiera significar una “propuesta importante” acordada entre el Gobierno nacional y la coalición opositora que llevara a esta decisión tomada en la AN.

“Hay alguna promesa que no se limita a lo que vimos en la noche de ayer con la liberación de los presos políticos. Para que se haya tomado esta decisión, debe haber algo con mayor beneficio“, dijo.

Destacó que el proceso de diálogo debe ir acompañado de presión social por parte de la ciudadanía, que haga ceder en distintas posturas al Gobierno nacional.

La MUD explicó que el “juicio político” contra el Jefe de Estado se postergó por solicitud del Vaticano. Sin embargo, lo hicieron bajo las condiciones de liberación de todos los presos políticos, la apertura de un canal humanitario; la renovación de las autoridades del Consejo Nacional Electoral; así como la discusión y aprobación de un nuevo cronograma electoral. Además, advirtieron que darán un plazo hasta el 11 de noviembre para que se concreten resultados positivos; de no ser así, se retirarán del proceso de diálogo.

Para la politóloga Mariana Bacalao la oposición venezolana debe desarrollar una serie de acciones y estrategias en conjunto con el proceso del diálogo para lograr avances en las negociaciones. “Sin movilización social es imposible lograr cambios. Debe ser parte simultánea el tema de las protestas. Además, actúa como una válvula para que las personas puedan expresarse”.

De no apoyarse en movilizaciones, el único beneficiado sería el gobierno de Maduro, que busca enfriar la presión social. “Todo diálogo debe tener una agenda muy clara, con condiciones establecidas”.

Para Bacalao, la estrategia del Gobierno se basa en tres puntos: quebrar la unidad de los dirigentes opositores; controlar la narrativa de los hechos y desmovilizar a los venezolanos. “Ahora todos hablan del diálogo. Olvidamos el referendo revocatorio y como fue violado y arrebatado ese derecho constitucional”.

Mediante un comunicado, la MUD advirtió que se retirarían del proceso de diálogo “de no cumplirse las condiciones exigidas en el corto plazo”, entre las que destacan el respeto al marco legal y a la AN.

Foto: Efe

Deja un comentario