Auge y caída de Tareck El Aissami, uno de los hombres más poderosos del chavismo  
El abogado egresado de la ULA fue vicepresidente, ministro del Interior y del Petróleo, los cargos más importantes del gobierno

De “amigo, patriota y revolucionario” —calificativos emitidos por Hugo Chávez y Nicolás Maduro— Tareck El Aissami pasó a ser denominado como “ese sujeto” por el fiscal Tarek William Saab, quien lo señaló de graves hechos de corrupción en la industria petrolera y hasta de conspirar contra el gobierno de Nicolás Maduro.

Hasta hace poco, El Aissami era considerado parte de un círculo de poder que rodeaba a Maduro en la toma de decisiones en la cúpula del poder político en Miraflores junto a Cilia Flores, los hermanos Delcy y Jorge Rodríguez, Diosdado Cabello y Vladimir Padrino López, por lo que una de las teorías es que su defenestración no pudo haberse dado sin el acuerdo entre los otros seis nombres.

Uno de los “siete samuráis”

Al llegar Chávez a la Presidencia, El Aissami figuraba como uno de los dirigentes jóvenes de la naciente “revolución” que fue escalando sin obstáculos hacia la cima del poder.

“El Aissami era uno de los hombres más fuertes desde la llegada de Chávez, considerado hombre de confianza también en el actual gobierno, ha ocupado los cargos públicos más importantes como lo son ser vicepresidente de la República, el ministro del Interior y Justicia y ministro del Petróleo. De los siete samuráis del gobierno que controlan el Estado, él era uno de ellos”, señaló el politólogo Daniel Santolo.

Santolo sostiene que la administración de Maduro intenta sacar “provecho político” a un grave caso de corrupción que le hizo un gran daño al erario público con la pérdida de más de 20.000 millones de dólares de las arcas de Pdvsa, en medio de una prolongada crisis económica, dinero que, subrayó, pudo invertirse en mejoras de hospitales y aumento del salario de los trabajadores.

“El gobierno ve su deterioro ante la opinión pública y lo presentan (a El Aissami) como un trofeo en la lucha por la corrupción, pero no creo que les dé resultados para las próximas elecciones, porque la gente sabe que no es el único caso y que esa lucha contra la corrupción no es real, este flagelo ha hecho metástasis y penetrado las altas esferas del poder. El Poder Judicial está muy mal visto”, apuntó.

Basado en una reciente encuesta de More Consulting que refleja que entre los principales problemas, que los venezolanos creen deben ser resueltos, la corrupción aparece en segundo lugar, el consultor político Luis Peche Arteaga coincide en que Miraflores no logrará sacar rédito electoral al anuncio de la detención y procesamiento de El Aissami.

“El chavismo tiene una marca muy fuerte en relación con casos de corrupción. Tiene 25 años en el poder y ya no tiene a quién culpar de ese tipo de problemas; pero sin duda el tema electoral tiene que ver con los anuncios en este caso”, acotó.

Chávez: ¡Eche pa lante Tareck!

Fue líder estudiantil (Movimiento Utopía 78) en la Universidad de los Andes, donde se graduó de abogado y con vínculos con la familia Chávez Frías a través de Adán Chávez, quien  era profesor de dicha casa de estudios.

Pasó a ser jefe de la Misión identidad de la Oficina Nacional de Identificación y Extranjería (Onidex) a cargo de Hugo Cabezas, también fundador de Utopía 78. Luego llegó como diputado a la Asamblea Nacional en 2006.

“A Hugo Chávez lo sedujo con su radical manera de expresar el apoyo a la autodenominada revolución bolivariana y su militancia de izquierdas en la Universidad de Los Andes, foco eterno de disputas universitarias entre sectores que apoyan y confrontan al gobierno. Necesitado de caras jóvenes que ofrecieran la impresión de que el chavismo presumía de una cantera y podía tirar de ella, el fallecido líder lo sumó a su gabinete cuando se declaró socialista en 2007”, reseñó una nota de El País de España en 2015.

Qué se sabe del escándalo de corrupción en Pdvsa a seis meses de detenciones: ¿Dónde está El Aissami?
El Aissami se sumó a la revolución siendo líder estudiantil en la ULA

Su escalada lucía firme al llegar al Ministerio de Relaciones Interiores (hoy del Interior, Justicia y Paz), nombrado por Chávez, entre 2008 y 2012.

De viceministro de Seguridad Ciudadana pasó a ministro en sustitución de Ramón Rodríguez Chacín. Posteriormente fue lanzado a competir en elecciones por la Gobernación de Aragua y ganó.

«Estoy absolutamente seguro de la honestidad, la transparencia y el carácter revolucionario verdadero del ministro Tareck El Aissami (…) Cumpliendo con mi deber como buen compañero y como líder, salgo en defensa de mi ministro, mi compañero y mi amigo Tareck El Aissami ¡Eche pa’ lante Tareck! ¡Eche pa lante!», exclamó Chávez al referirse El Aissami, entonces ministro del Interior y Justicia de su gobierno.

La gestión de El Aissami en la gobernación aragüeña estuvo marcada por los señalamientos del conocido narcotraficante Walid Makled, capturado en Colombia y extraditado a Venezuela. Makled habría declarado a la DEA y a periodistas que supuestamente le llegó a pagar a El Aissami para enviar cargamentos de drogas a través de Venezuela.

La defensa de Maduro

Años más tarde, también fue defendido por Maduro, al ser incluido en la lista de los diez más buscados por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos, señalado de narcotráfico internacional.

«Todos los días el Departamento de Estado y los traidores que se han ido para allá a ponerse al servicio del imperio gringo lo atacan porque es un hombre valiente, que no tiene precio, es un verdadero patriota, revolucionario, un socialista, lo quieren vincular a Hezbolá. Yo conozco bien a Tareck, lo conozco muy bien. Nunca en su vida, jamás, ha tenido contacto con nadie de Hezbolá», sostuvo Maduro en un acto oficial.

En el año 2017, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos sancionó a El Aissami, entonces vicepresidente Ejecutivo, por su «significativo papel en el narcotráfico internacional”.

El Departamento del Tesoro estadounidense aseguró que El Aissami facilitó embarques de más de 1.000 kilos de drogas desde Venezuela a Estados Unidos y México.

También figura en la lista de sancionados de la Unión Europea desde 2018. Las medidas de la unión de países implican la prohibición de viajar dentro de ese territorio y la congelación de sus bienes “por haber vulnerado los principios democráticos, el Estado de derecho y la democracia”.

En 2018, Maduro nombró al también exgobernador de Aragua como ministro para las Industrias y la Producción Nacional y en 2020 ministro del Petróleo, cargo que compartía con el de Vicepresidente Sectorial de Economía, lo que afianzó su poderío económico.

Mantuvo este último cargo hasta su renuncia en marzo de 2023, tras estallar el escándalo de corrupción que lo mantuvo oculto de la escena pública hasta este 9 de abril.

Su gestión en el despacho de La Campiña se caracterizó por la firma de alianzas con Irán y de diferentes operaciones de lobby en los Estados Unidos para conseguir que se flexibilizaran las sanciones a Petróleos de Venezuela (Pdvsa), pero el objetivo de volver a montar la producción petrolera nacional sobre el millón de barriles no pudo ser alcanzado.

Tras un año «desaparecido», El Aissami fue presentado ante un tribunal antiterrorismo

El fiscal: Ese sujeto

El 10 de abril, Saab informó que El Aissami sería imputado por traición a la patria, apropiación o distracción de patrimonio público, alardeamiento o valimiento de relaciones o influencias, legitimación de capitales y asociación para delinquir.

El fiscal señaló a El Aissami, junto también al defenestrado diputado del Psuv y exministro de Educación Universitaria, Hugbel Roa, de manejar “una red de prostitución” con mujeres venezolanas y extranjeras.

«En pantalla vamos a mostrar secuencias fotográficas de la detención de Tareck El Aissami. Este sujeto ya está en manos de la justicia para ser imputados por gravísimos delitos», se expresó Saab sobre el extodopoderoso del chavismo madurismo, al anunciar su detención y mostrarlo ante la opinión pública luego de más de un año de destapado el escándalo de corrupción en Pdvsa.

Y fue más allá, señaló que “el objetivo y el fin de esta mafia” encabezada por El Aissami era “implosionar la economía nacional” y “destruir” el bolívar, presionando al alza del dólar paralelo para “hacer fracasar” las políticas económicas impulsadas por el Ejecutivo y producir “caos económico financiero y violencia social”.

No ha terminado

Otro aspecto llamativo de las declaraciones de Saab es que este episodio no ha terminado, que las investigaciones continúan y que podría haber nuevos implicados.

“El fiscal se equivoca al querer justificar la corrupción con la conspiración. Los señores que se han dedicado a robar no conspiran, sino que desvalijan las arcas del Estado. Eso no es conspiración contra el gobierno, es un adorno innecesario; debe concentrarse en el castigo a la corrupción. Todo el mundo sabe dónde está la corrupción en todos los niveles, pero no se corrige, eso no se puede disfrazar”, agregó Santolo.

El 11 de abril impactaron las imágenes del otrora poderoso El Aissami, vestido de azul celeste, llegando al Tribunal 2do de Control Contra el Terrorismo para ser imputado por las acusaciones de corrupción, junto al exministro de Finanzas de Maduro, Simón Zerpa, y Samark López, señalado como testaferro de El Aissami por el fiscal.

“Para el chavismo El Aissami que llegó a ser el segundo al mando del chavismo era una bomba de tiempo desde su desaparición hace un año, era un tema que generaba incomodidad y molestias a lo interno. También es un mensaje hacia otros actores políticos, el hecho de que Saab diga que la trama no ha terminado es una alerta tanto en el chavismo como en la oposición porque cualquiera puede resultar implicado. Ya ha sucedido y está por verse hasta dónde llegan con esto”, advirtió Peche Arteaga.

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