Treinta y cinco mil bolívares costó cada una de las cinco botellitas de 5 mililitros de inmunoglobulina que tuvo que comprar Luis Cadenas a su papá, de 83 años. Luego de ser contagiado por un mosquito con el virus Zika, la enfermedad se complicó y derivó en el síndrome de Guillain-Barré (SGB). Sin embargo, al igual que los medicamentos para la tensión, conseguir los frascos de Inmunoglobulina es un odisea, aunque sean elaborados en el país.

La única empresa venezolana que elabora el tratamiento, Quimbiotec, paralizó su planta en agosto del año pasado y debido a irregularidades administrativas la producción de hemoderivados quedó inactiva. Ahora, con las complicaciones del SGB y un crecimiento en la demanda de medicamentos, los pacientes empiezan a resentir la paralización de la compañía. Los trabajadores ya se integraron a los laboratorios, pero todavía no han podido arrancar con la producción porque están a la espera de insumos que están previstos que lleguen esta semana. 

Movimos cielo y tierra. Fueron tantos contactos que ya ni recuerdo“, expresó Cadenas, quien vive en Valencia. “Conseguimos unas porciones por allá, por donde el diablo perdió la chola, en San Félix. Nos vendieron tres por ahí. Nos regalaron otra botella por otro lado. En Caracas pagamos por otra porción, de a poquito reunimos la cantidad que estaban pidiendo”, dijo.

El síndrome Guillain-Barré le empezó al señor Cadenas por las piernas. Después llegó un momento en el que dejó de caminar por el dolor y la debilidad. Poco a poco, la enfermedad lo fue paralizando, al punto de que aún permanece en terapia intensiva a pesar de que ya se encuentra mejor. 

Clasificado como una emergencia neurológica por la Organización Mundial de la Salud (OMS)/ Organización Panamericana de la Salud (OPS), el SGB también puede desarrollar complicaciones respiratorias. Se estima que 25% de los casos pueden derivar en este tipo de agravamiento de la enfermedad.

El papá de Luis Cadenas es uno de ellos y, aunque su familia logró recoger la dosis necesaria que exigieron los médicos, su sistema respiratorio quedó afectado por el síndrome y ahora padece una neumonía que podría complicarse más.

Aunque sus especialidades son la medicina ocupacional y la obesidad, la doctora Mariela Berrisbeitia ha seguido de cerca la evolución del virus Zika y el SGB en el país. “El Guillian-Barré es una respuesta inmunitaria, el organismo reacciona contra sí mismo y va destruyendo los nervios de forma progresiva. La inmunoglobulina evita que esos anticuerpos actúen“, explicó.

La especialista señaló la escasez de inmunoglobulina y advirtió que hay centros de salud en donde a los pacientes se les está haciendo plasmaférisis a causa de la falta de medicamentos, un método a través del cual se extrae plasma de la sangre.

“La inmunoglobulina es mucho más fácil y mucho más rápida. Además, evita los daños del progreso de la enfermedad. En la medida en que progresa el SGB, el paciente pasa más meses para recuperar la movilidad”, apuntó Berrisbeitia, quien agregó que son necesarias sesiones de rehabilitación posteriormente. No obstante, tampoco todos los centros de salud del país están equipados para poder hacer plasmaférisis.

A pesar de que el pasado 11 de diciembre de 2015 el entonces ministro de Salud, Henry Ventura, informó de cuatro casos de Zika registrados en el estado Bolívar, su sucesora en el cargo, Luisana Melo, no se ha pronunciado al respecto. Aunque la nueva ministra empezó a ejercer funciones desde el seis de enero de este año, aún no ha ofrecido información sobre los nuevos casos ni sobre el SGB.

Para el 15 de enero de 2015, José Félix Olleta, miembro de la Sociedad Venezolana de Salud Pública y Red Defendamos la Epidemiología Nacional, informó a Efecto Cocuyo que para la fecha se habían registrado entre 50 y 55 casos de SGB en los estados Bolívar, Zulia, Yaracuy y Anzoátegui en pacientes que anteriormente habían padecido los síntomas del Zika. 

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La única información oficial emitida por el Ministerio del Poder Popular para la Salud (MPPS) incluye fichas y documentos que explican qué son el Zika y el SGB y sus respectivos tratamientos. También hay una noticia publicada el pasado miércoles 20 de enero donde señala que la Dirección General de Salud Ambiental del MPPS entregó 6 mil kg. de larvicidas para la eliminación de criaderos de zancudos en los estados Apure, Aragua, Carabobo, Distrito Capital, Guárico, Lara, Miranda, Táchira, Yaracuy y Zulia.

No obstante, desde 2014 la OMS/OPS alertó sobre el virus Zika y solicitó a todos los Estados miembro dedicar la misma vigilancia existente para el dengue y chikungunya, teniendo en cuenta la diferencia entre los tres tipos de enfermedades.

El documento, que puede ser encontrado en la página web del MPPS, precisa que se deben monitorear las apariciones de complicaciones neurológicas (como el SGB), ofrecer información clara y de calidad a través de los medios de comunicación y determinar y dar prioridad a las zonas de alto riesgo de transmisión.

El 2 de diciembre de 2015, siete meses después de la emisión de la alerta, la OMS reconoció por primera vez la conexión entre el virus Zika y anomalías congénitas como la microcefalia y enfermedades como el SGB.

Tras las advertencias de organizaciones internacionales y de casos en donde la epidemia ha derivado en complicaciones como el SGB y microcefalia, como Brasil, Venezuela aún no ha puesto al máximo la vigilancia. Así lo asegura la doctora Berrisbeitia. “No hay un alerta al respecto. El ministerio está en silencio total y la gente está sufriendo”, precisó.

Sin SGB, pero sin inmunoglobulina

Aunque no tiene el síndrome de Guillain-Barré, el hijo del señor Alonso, de cinco años, también necesita inmonuglobulinas y sufre los males de la escasez. El diagnóstico del niño el año pasado fue claro: púrpura trombocitopénica idiopática, una enfermedad que destruye las plaquetas y puede transformar cualquier resfriado común en una neumonía.

“Mientras a  mi hijo se le hace un examen que no puede hacerse aquí en Venezuela, y mientras se logran reunir los recursos para ir al exterior, la doctora Mercedes Zabaleta le recetó dos frascos de inmunoglobulina al día”, explicó Alfonso.

Sin el tratamiento, el niño puede sufrir hemorragias nasales y tener complicaciones por una gripe. Desde marzo pasado, recibía el medicamento elaborado por Quimbiotec; Sin embargo, a raíz de la paralización de la planta y la desaparición de los frascos, el pequeño no ha podido recibir la dosis desde diciembre de 2015.

Para colaborar con el niño, quien reside en el estado Barinas, puede ponerse en contacto con su padre, Alonso, a través del 04141585810.

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