Gabriel San Miguel y Francisco Márquez

“Cuando me dijo que los iban a llevar para Tocuyito, yo no me desmayé porque no era momento de desmayarme. Era momento de montarme en el carro y arrancar”. Esa fue la reacción que tuvo Maribel de San Miguel, madre de Gabriel —uno de los activistas de Voluntad Popular (VP) detenido el pasado 19 de junio— al ver cómo se llevaban a su hijo al centro penitenciario.

Francisco Márquez, privado de libertad el mismo día, comparte el calvario de Gabriel. Sus familias también cargan la causa a cuestas: Este sábado 27 de agosto ambos jóvenes fueron trasladados del internado judicial 26 de Julio, en Guárico, a la cárcel de Tocuyito, en Carabobo. La medida fue sin previo aviso: ni abogados ni familiares sabían del operativo.

La única opción que tuvo Maribel fue seguir en su vehículo al autobús que trasladaba a los dos jóvenes a un nuevo retén. Junto a su otro hijo, César; el padre, el tío y la prima de Francisco y los abogados, la madre del activista de la tolda naranja pasó dos horas en carretera. “A veces adelantábamos al vehículo donde iban, los saludábamos desde el carro y les tomábamos fotos”, contó, “Gabo nos hacía señas desde el autobús para decirnos que estaba bien“.

Francisco Márquez (27) y Gabriel San Miguel (24) fueron detenidos en Cojedes el pasado 19 de junio cuando ambos se trasladaban al estado Portuguesa, donde iban a colaborar con la logística en el proceso de recolección de firmas.

Francisco estudió en la Universidad Católica Andrés Bello ( UCAB) y, posteriormente, hizo una maestría en Políticas Públicas en la Universidad de Harvard. Gabriel es egresado de la Universidad de Carabobo y cursó un programa de liderazgo ofrecido por el Instituto de Estudios Superiores de Administración (Iesa), la Universidad Metropolitana y la UCAB.

Sin boleta ni orden, ambos muchachos fueron llevados de un estado a otro. Así, en vez de celebrar la visita que normalmente tocaba cada 15 días en el retén guariqueño, a los familiares les tocó enfilar hacia Villa de Cura, luego La Encrucijada y después empatar con la autopista hasta llegar a Valencia para poder saber del paradero de los jóvenes. El traslado comenzó cerca de las 11:00 am.

La incertidumbre se adueñó de los familiares. Una vez llegaron al retén, no supieron nada de Francisco ni de Gabriel durante dos horas. “Tú sabes todas las cosas horribles que dicen de Tocuyito; pero me tranquilicé cuando Gabo llamó y me dijo que no estarían con todos los reos, sino que los llevarían a la mínima”, contó la madre.

Ma, quiero que estés tranquila” y “aquí hay gente buena, no te preocupes” fueron algunas de las palabras que le dirigió el joven a Maribel durante la llamada que les fue permitida a los privados de libertad. Tras el traslado, tanto Francisco como Gabriel entrarán en un nuevo período de aislamento que los mantendrá alejados de sus familiares por 15 días. Luego de cumplir ese lapso, podrán recibir visitas los fines de semana.

Al llegar a Tocuyito volvieron a rapar a los dos jóvenes. En el centro penitenciario ambos compartirán una habitación que, contaron, tiene dos camas y un baño. Al igual que en la 26 de Julio, les van a dar sus tres comidas diarias. Sus abogados podrán verlos cada martes y viernes de 8:00 am a 3:00 pm sin tener que esperar el período de aislamiento. El lunes, contó Maribel, los familiares y defensores decidirán si presentar un recurso de amparo.

“Ha sido muy duro todo”, contó la madre de Gabriel tras la larga jornada del sábado. Sin embargo, aseguró que haber hablado con su hijo y saber que estaba bien le dio más fuerzas para continuar. “Lo sentí muy fuerte. Aquí seguimos luchando y palante“.

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