Metid Salim Yousra es el nombre del presunto captor de María Reyes, la estudiante de cuarto semestre de Artes Plásticas de La Universidad del Zulia (LUZ), de 18 años, que desapareció el pasado primero de marzo, cuando tenía previsto encontrarse con el referido sujeto, cuyo paradero es desconocido.
El hombre, de origen sirio, se hacía llamar Salino Diab desde 2013. El 29 de enero de ese año estuvo implicado en el intento de violación de una joven de 22 años, de acuerdo con un relevamiento de datos realizado.
Hace cinco años, Salim Yousra tenía un puesto de venta de pastelitos en la calle 199 con avenida 48, barrio Milagro Sur del municipio San Francisco, al sur de la ciudad de Maracaibo, capital del estado Zulia.
Allí, de acuerdo a un artículo publicado por el diario La Verdad, el sujeto atacó a la joven cuando culminó el horario de su primera jornada laboral, al principio le ofreció dinero, pero como se negó, intentó abusar sexualmente de ella, y pese a que el hombre logró desvestirla, la chica pudo huir y fue directo a la policía para denunciarlo.
“Polisur informó que una comisión se trasladó al sector y detuvo al agresor, lo llevaron hasta el comando de Sierra Maestra y lo pusieron a la orden del Ministerio Público”, reseñó el referido diario.
Mientras, otro portal hace referencia a un artículo sobre el suceso publicado en enero de 2013, por el sitio web Noticia Al Día, donde incluso aparece publicada una foto de Salim Yousra, quien a pesar de la denuncia, quedó en libertad y curiosamente en la sentencia solo se publican sus iniciales.
Mientras, otra joven que se identificó como Cecilia Marín, contó que lo conoció en la panadería Big Pan de Maracaibo en el año 2015, lugar que el sujeto frecuentaba, y donde además, supuestamente molestaba a las empleadas.
“Ese señor frecuentaba esa panadería, y el árabe dueño de esa panadería lo echó porque molestaba mucho a sus empleadas, a mí me dijo que saliera con él y yo le dije que estaba loco, pero consiguió mi número y me escribió y yo lo amenacé con denunciarlo a la policía, porque vi su mala fe, y me dejó de más nunca me escribió”, señaló.
A través de sus contactos en las redes sociales se pudo conocer que Salim utilizaba su cuenta en Facebook (Salino Diab), para escribirle a jóvenes e invitarlas a salir, pero no se sabe si de esta forma captó a alguna otra víctima.
Dos de sus contactos en esa red social revelaron que el sujeto les escribía e insistía en conocerlas, pero solo una de ellas aceptó y describió a Salim (o Salino Diab como se identifica en Facebook) como un hombre de baja estatura, canoso, “y que fuma demasiado”.
“Él me contó que tenía una esposa que lo engañó con un trabajador de la fábrica de lencería y ropa de niños que tenía, Me dijo que ella se había ido a Arabia (Saudí) y él había dejado a sus dos hijos con una niñera, a quien él le llevaba todo, me siguió escribiendo de forma insistente, y lo bloqueé, pero nunca se pasó conmigo ni nada”, señaló Diana Hernández.
De acuerdo, a una investigación realizada a través de las redes sociales se conoció que Salim, en realidad tiene cuatro hijos y todos estuvieron desde muy pequeños en aldeas infantiles.
“Me comentaron que le habían quitado las hijas al señor porque tuvo problemas, al parecer le gustaba meterse con muchachitas y se dice que la mamá de los niños se fue a Siria, es lo que sé, pero quien sabe si sea verdad, o le habrá hecho algo. Su hijo mayor Hachem Salim, cumplió la mayoría de edad y desde entonces está con su padre”, relató una de las relacionadas, quien prefirió no ser identificada.
Acerca de la relación entre Salim y sus hijos contó que “las tres niñas no deben saber nada porque lo adoran, hasta donde sé solo están en contacto por las redes sociales. Él no está autorizado a verlas”.
El sujeto fue visto por última en el sector San Sebastián, en una casa que tenía alquilada y a la cual llevó a la joven María Reyes, de acuerdo a la descripción hecha por los vecinos a los efectivos del Cuerpo de Investigaciones, Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc).
En la mencionada barriada a Salim lo conocían como ‘El Turco’, reseñó el diario Panorama, pero desapareció justo después del primero de mayo.
Por su parte, familiares de María revelaron que el teléfono de la joven fue vendido por un chico parecido al hijo de Salim, cerca del Malecom.
La hermana de María, Nathaly Torres, solo pide que aparezca con vida, y exige a las autoridades actuar con la mayor celeridad posible para evitar que este sujeto continúe libre amenazando la vida de otras chicas.
María Reyes salió de su casa el primero de marzo días rumbo a la universidad. Tras terminar sus actividades almorzó con su amigo Alex Rincón, a quien le contó que se vería el árabe (Salim), luego que este la llamó para decirle que le presentaría a su hija que había llegado de Arabia Saudita.
Un día después, inició el tormento para sus familiares, quienes recuerdan que partió con su mochila fucsia, un pantalón y una chaqueta de jeans.
María conoció a Salim en el puesto de venta de jugos de su hermano Raúl, en el centro de Maracaibo. El hombre al parecer percibió que la chica necesitaba trabajar, y le ofreció cuidar a su hijo.
Torres relató que el sujeto le dijo que Hachem de 19 años, quien pasó la mayor parte de su vida en una casa hogar y en contacto con una iglesia evangélica conocida como Ejército de Salvación de Ciudad Ojeda, no conocía bien la ciudad por lo que le pagaría por acompañarlo.
Ese primer contacto fue en septiembre de 2017, pero María solo trabajó un día, pues escuchó a Hachen decir que lo que él necesitaba era una novia, por lo que la joven se sintió incomodó y decidió no volver. Sin embargo, siguió en comunicación con esa familia.
Los cuerpos de seguridad aseguran que están tras la pista del sujeto, pero los familiares temen que el caso sea olvidado, como el de otros tantos desaparecidos.
Reportaje especial de Magda Gibelli, Zulia
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