El Vaticano, de la Mesa de la Unidad Democrática y del Gobierno venezolano en el lobby del hotel Gran Meliá Caracas. Pasaban las horas y nadie llegaba. Uno que otro saltaba al ver alguna camioneta negra, pero eran solo alarmas, nadie llegaba.Al mismo tiempo, personal de seguridad presidencial se desplegaba en el Museo Alejandro Otero en La Rinconada, al suroeste de Caracas. El rumor que corría era que el ansiado encuentro de diálogo sería allí y no en el hotel Meliá.Un periodista enviado desde Panamá dijo: “no tengo grandes expectativas, aquí siempre dicen que ahora sí es el desenlace y nunca pasa nada”. Los fotoperiodistas seguían recostados en los sofás del Meliá. Un par se durmió, pero se despertaron al escuchar una canción de salsa que salía de un reproductor propiedad de un jugador de fútbol del Deportivo La Guaira. Resulta que, así como los periodistas, los jugadores también estaban concentrados en el hotel. Aunque, por lo menos, ellos sí sabían a qué hora y donde sería su encuentro del día.A las 3:50 p.m. trabajadores del hotel ponen las banderas de Unasur, El Vaticano y Venezuela en la entrada del lugar. “Bueno. Entonces el encuentro sí es aquí”, dijeron algunos periodistas. Se relajaron al saber que el lugar en el que estaban era el correcto.
A las 3:58 p.m. esa alegría se desvaneció. Una camioneta estilo pick up se paró en la entrada del hotel y los trabajadores comenzaron a cargar la camioneta con las banderas.
Nuevamente el rumor de que el encuentro sería en el Museo Alejandro Otero se hizo fuerte. A las 5:20 de la tarde los periodistas comenzaron a llegar al Museo Alejandro Otero y, luego de dar su nombre y su cédula, el personal de seguridad le dio a cada uno de los periodistas brazaletes verdes para que pudieran ingresar al Museo y así cubrir el encuentro.A las 6:30 de la tarde los periodistas pudieron ingresar. Comenzaron a ocupar sillas uno a uno y a esperar a los actores políticos que harían presencia en el encuentro. Hasta esa hora no se sabía quiénes serían los enviados por la MUD y por el Gobierno venezolano. Sin embargo, el personal de protocolo colocó cinco sillas frente a una mesa larga que estaba acompañada por cámaras y por las banderas de El Vaticano, Venezuela y Unasur.
#Ahora Así se encuentra en éstos momentos la sala en donde se llevará a cabo el diálogo Gobierno-oposición pic.twitter.com/QeaTrngT9v— Efecto Cocuyo (@EfectoCocuyo) 30 de octubre de 2016Los primeros en llegar al Museo fueron los representantes del Gobierno venezolano, canciller Delcy Rodríguez, el diputado Elías Jaua y el alcalde del municipio Libertador, Jorge Rodríguez. Los políticos saludaron a la prensa y entraron al salón principal, donde estaba dispuesta la mesa que sería ocupada por los expresidentes José Luis Rodríguez Zapatero, Leonel Fernández, Martín Torrijos y por el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro. Así como por los miembros de la MUD, Luis Aquiles Moreno, Jesús Torrealba, Timoteo Zambrano, Carlos Ocariz y Henri Falcón. Por El Vaticano asistió Claudio María Celli.

A las 8:11 de la noche llegó el presidente Nicolás Maduro vestido con camisa blanca y pantalón negro. Saludó a los actores presentes y todos ingresaron al salón principal mientras uno que otro periodista gritaba “¡Foto, foto!”, petición que fue ignorada por los protagonistas de la noche.Una vez dentro del salón principal, los miembros de la MUD se sentaron al lado izquierdo del presidente y los del Gobierno a su mano derecha. Más cerca del jefe de Estado estaba el representante de la Iglesia, quién fue el primero en hablar en lo que fue bautizado como “Reunión exploratoria inicial”. A ese salón no pudo ingresar libremente la prensa, sino por grupos de diez, como si se tratara de una fila para comprar alimentos en Venezuela. Los periodistas entraban, hacían tomas y fotos, y luego salían. La gran sorpresa llegó cuando el presidente Maduro finalizó su breve discurso y decidió retirarse del Museo.

La mesa de diálogo quedó entonces a puerta cerrada. Los periodistas aguardaban en el salón 1 a la espera de que los actores políticos llegaran a dar un balance y responder preguntas. Sin embargo, las esperanzas eran pocas y las dudas muchas. A las 9:40 de la noche comienza a salir la comida para los “invitados”. El chef encargado es árabe y la comida de ese mundo es su especialidad por lo que el menú consiste en tabule, tabaquitos, falafel, pan árabe frito, hummus, babaganush y ensalada. Además algunos pidieron salmón y camarones. En total, el personal encargado, llevó 26 platos hacia el salón principal, donde estaban reunidos los actores políticos.Las cinco sillas blancas con gris estaban vacías y ya podían saber que el presidente Maduro no iba a declarar, pero esperaban ser ocupadas por representantes de los factores reunidos a puerta cerrada, que poco antes de la medianoche seguían conversando en secreto…Y dos…Fotos Efecto Cocuyo y Agencia EFE]]>