“En Venezuela, de 5.346 establecimientos de salud para 1998, se pasó a 23.146 en el 2016. Esto representa un incremento de 332,9%”, dijo la doctora Luisana Melo, ministra de Salud, ante la Organización de Naciones Unidas en el marco del segundo Examen Periódico Universal (EPU).

Aunque no hay forma de saber si estas cifras son del todo certeras, sí hay una clara realidad: los centros de salud se encuentran cada día en peores condiciones. En los hospitales, las protestas por falta de insumos son frecuentes, e incluso algunos muchos han sufrido daños en sus infraestructuras. En el J. M. de los Ríos, principal hospital de niños del país, el piso tres tiene, mínimo, tres años en construcción.

En el área de terapia neonatal hubo una filtración de aguas servidas que afectó también a medicina IV. En el Hospital General José Ignacio Baldó, mejor conocido como “El Algodonal”, el servicio eléctrico se fue por seis días y no pudieron practicar intervenciones. En la Maternidad Concepción Palaciosel techo colapsó por la cantidad de filtraciones.

La Ministra habló también del abastecimiento de medicamentos, asegurando que se garantiza a través de la producción e importación. “Este año, se han registrado fallas puntuales y alternas de medicamentos en el marco del cerco económico. No obstante, el Gobierno Bolivariano realiza acciones concretas en el marco del desarrollo de la Gran Misión Abastecimiento Soberano“.

Sin embargo, la escasez de medicinas se ha vuelto una constante en el país. De acuerdo a la Federación Farmacéutica Venezolana (Fefarven), este indicador es de 85%. Denuncia además que esto ha provocado el cierre de 14 farmacias independientes en el estado Anzoátegui, diez en Nueva Esparta más una droguería, tres en Barinas, diez en Lara y tres en Portuguesa. Además, según los registros de Efecto Cocuyo, al menos 6 niños han perdido la vida durante 2016 luchando contra la escasez de medicinas del país.

Antes de esta participación, la Ministra había asegurado que en el país lo que escaseaba era marcas, pero si el paciente buscaba el medicamento por principio activo lo conseguiría. Una investigación hecha por Efecto Cocuyo demostró que no es así.

Melo también afirmó que el Estado venezolano garantiza, de forma gratuita, el acceso a medicamentos de alto costo, pero los pacientes reumáticos, con Parkinson, trasplantados e incluso con cáncer que se han quejado desde hace meses de no conseguir sus medicinas, no piensan lo mismo.

Los trasplantes también tuvieron un espacio en el discurso de Melo, quien dijo que “pese a la guerra económica” el país estaba avanzando en el tema y que la semana pasada, se realizaron dos trasplantes, aunque no especificó dónde. En el hospital J. M. de los Ríos, donde se hacen los trasplantes a los niños, estas intervenciones duraron 9 meses paradas.

“Nos dicen que no aceptan a nadie porque tienen que garantizarlos (los medicamentos) a los pacientes viejos”, le dijo a Efecto Cocuyo Anayansa Blanco, diagnosticada con artritis reumatoidea, y no había podido acceder a su tratamiento.

El otro tema que tocó Melo fue el de las vacunas, destancando que en el país se producen 6.800 unidades y se importa el resto para cubrir a toda la población, pero un documento del Ministerio de Salud al que tuvo acceso Efecto Cocuyo difiere. En el estado Bolívar, las coberturas de penta 3 -la vacuna que protege de la difteria- alcanzaban apenas 42%. 

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