Gasolina en Mérida. Un grupo de médicos y trabajadores de salud del principal hospital centinela del estado Mérida, el Instituto Autónomo Hospital Universitario de Los Andes (Iahula), y del Hospital Sor Juana Inés de la Cruz, denunció que solo cuentan con 50 cupos para poder surtir gasolina esta semana.
El personal sanitario acudió este jueves 20 de agosto ante la Defensoría del Pueblo regional y la Zona Operativa de Defensa Integral (Zodi) para solicitar respuestas. Exigieron al defensor regional de la entidad, el abogado José Rafael Bastos, su mediación para el suministro de gasolina a los profesionales de la salud. Así lo informó el Observatorio de Derechos Humanos de la Universidad de Los Andes (ODH-ULA), equipo jurídico que asesoró a los trabajadores.
En el comunicado entregado, los abogados y el personal médico señalan que a través de un censo que realizó la Mesa Técnica de Gasolina del estado Mérida se había acordado otorgarles 170 cupos semanales al Iahula (150 para carros y 20 para motos) y 54 cupos para el hospital Sor Juana Inés de la Cruz (50 carros y 4 motos), con el fin de garantizar la asistencia diaria del personal de guardia en ambos centros. Pero en la práctica, los cupos se redujeron y los particulares no tienen acceso a la venta del combustible.
“De manera inconsulta e intempestiva, la cantidad de cupos que se disponía para garantizarle al personal sanitario el combustible para sus vehículos fue reducida a la cantidad de cuarenta (40) cupos para el Instituto Autónomo del Hospital Universitario de Los Andes (IAHULA) y diez (10) para el hospital Sor Juana”.
Hoy nuestro equipo jurídico asistió a médicos y personal de salud del @IAHULAOFICIAL y Hospital Sor Juana para consignar denuncia y reclamo ante la Defensoría del Pueblo y la ZODI, por la asignación de sólo 40 cupos para recargar gasolina de los vehículos del personal médico. pic.twitter.com/SEks9YNrrt
— ObservatorioULA.DDHH (@Uladdhh) August 20, 2020
El gremio de la salud ha denunciado este tipo de irregularidades desde hace varios meses. La última vez fue el pasado 23 de junio cuando los trabajadores se concentraron en las afueras del Instituto Autónomo Hospital Universitario de Los Andes (Iahula), para exigir su inclusión en los sectores priorizados para surtir sus vehículos de gasolina.
A pesar de que en las primeras semanas de cuarentena propusieron un mecanismo para que el personal sanitario pudiese tener acceso a estaciones de servicios, durante ese tiempo solo un 25% llenó los tanques de sus automóviles cada 15 días.
Desde ese entonces, la representación del sector salud reclamaba la inclusión de la mesa técnica de combustible en Mérida, que se instaló el pasado 1 de junio, por el aumento del precio de la gasolina en todo el país.
Mérida es uno de los estados más golpeados por la escasez de gasolina desde hace más de un año. En el marco de la cuarentena por COVID-19, solo los casos excepcionales pueden surtirse de gasolina.
La región acumula 763 casos de COVID-19, según información oficial, y el gremio de la salud denuncia que deben esperar hasta 36 horas en una estación de servicio, donde no se les garantiza el acceso a la gasolina para poder cumplir sus labores.