Asesinar a una mujer frente a sus familiares no fue suficiente para los delincuentes. Desde que le dispararon a Elizabeth del Carmen Viloria, de 32 años, su familia ha tenido que dormir fuera de su casa debido a las amenazas que han recibido del grupo delictivo. Fueron desplazados por la violencia.
“Se tuvieron que ir de la casa porque estamos amenazados. Es lo que se conoce en el barrio como desplazamiento por el hampa. Ellos te corren y tienes que dejar tu casa con todo lo que hay dentro”, manifestó un allegado de Viloria, este jueves 26 de abril en la morgue de Bello Monte.
Información policial indicó que la víctima tenía cinco meses de embarazo y había sido herida en el barrio El Nazareno de Casalta II, Distrito Capital, el martes 24 de abril. Murió en el sitio, luego de que dispararan a un hombre que era su pareja y fue identificado como John Henry Moreno.
Según esta versión, Moreno era el líder del grupo delictivo que dominaba la zona, luego de que su antecesor fuese asesinado en un enfrentamiento entre delincuentes en 2017. Por esta razón, el Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc), se enfoca en la hipótesis de que este doble homicidio esté relacionado con el dominio del territorio.
La familia de Viloria negó que ella fuese pareja de ese hombre e indicó que los pistoleros la buscaron después de haber asesinado a Moreno, porque ella había sido testigo del homicidio que se produjo en una calle del sector Los Pinos del barrio El Nazareno.
Al parecer, el martes 24 de abril a las 9:00 pm, Moreno se encontraba sentado en la acera con una mujer cuando un hombre se les acercó y lo apuntó con un arma de fuego. “¿Viste cómo te pesco?”, le dijo antes de dispararle, según contaron los vecinos a los parientes de Viloria.
Los vecinos llevaron a la víctima al hospital José Gregorio Hernández, conocido como Los Magallanes de Catia, pero llegó sin signos vitales.
Dos horas más tarde, el mismo sujeto que mató a Moreno llegó a la vivienda de Viloria, donde le disparó frente a sus dos hijos, un varón de 15 años de edad y una niña de 7 años, y su sobrino de 8 años.
Los allegados creen que el homicida mató a Viloria para evitar que lo delatara, pues ella estaba asomada a la ventana cuando el hombre mató a Moreno.
Ahora todos temen que la banda del sector los encuentren y quieran hacerles daño por la misma razón. Luego de estos hechos han recibido amenazas de muerte contra el resto de los parientes, sobre todo, hacia el hijo adolescente de la hoy occisa, quien puede reconocer al asesino de su madre.
Viloria, quien es la mujer número 31 asesinada en la Gran Caracas en lo que va de año, se desempeñaba como secretaria en una estética situada en Colinas de Bello Monte.
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