La madrugada de este 25 de diciembre un avión militar ruso con destino a Siria desapareció de los radares de control a los 20 minutos de haber despegado.

En su interior viajaban nueve periodistas, 64 integrantes del coro y conjunto de danza Alexándrov, del Ejército Ruso, y 19 pasajeros más que participarían en las festividades de Año Nuevo en la base aérea siria de Jmeimim.

Entre los pasajeros también se encontraba la presidenta de la fundación “Ayuda Justa”, la doctora Elizaveta Glinka, una conocida filántropa rusa que llevaba un cargamento humanitario destinado a un hospital sirio.

La desaparición de la aeronave activó la búsqueda que dio con los restos del fuselaje del avión Tu-154 cerca de la costa rusa, en el Mar Negro. El Ministerio de la Defensa confirmó el siniestro e informó que no hay esperanzas de que encuentren algún sobreviviente.

Los socorristas hallaron un primer cuerpo a unos seis kilómetros de la costa.

El presidente Vladímir Putin designó al ministro de la Defensa, Dmitri Medvédev, responsable de la comisión que investigará las causas del accidente. Descartan como causa la falta de combustible, pues el avión había hecho escala en el aeropuerto de Sochi para abastecerse.

El jefe de Estado ruso anunció que este lunes 26 de diciembre será declarado día de duelo nacional por las 92 víctimas y se comprometió a apoyar a los familiares de los fallecidos.

Con información de EFE

Foto: CNN.com

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