El Tren de Aragua es una de las megabandas venezolanas que más impacto tiene internacionalmente, al operar en alrededor de 10 países en el mundo. En marzo pasado el hermano del Héctor Guerrero, alias «niño Guerrero», fue capturado en España.
La detención de Jason Robert Guerrero Flores hizo que las autoridades del país europeo se plantearan si existe la posibilidad de que la megabanda trasnacional ya se encuentre en esa nación o en otras europeas.
Según reseñó el medio de comunicación CNN, las autoridades estadounidenses señalan que los miembros del grupo criminal se identifican con algunos tatuajes: uno de ellos es una corona en el cuello y otro son unas estrellas de cinco puntas también en esa parte del cuerpo.
El 7 de marzo, la justicia estadounidense asoció al hermano del asesino de la estudiante de enfermería Laken Riley, Diego José Ibarra, con el Tren de Aragua, por unos supuestos tatuajes en algunas partes de su cuerpo.
Antes estos alegatos algunas autoridades venezolanas, incluidos Tarek William Saab, fiscal general designado por la Constituyente, han criticado las asociaciones que hace la justicia de Estados Unidos referente a los presuntos miembros del Tren de Aragua, que podrían estar en territorio norteamericano.
«Se ha podido comprobar que los venezolanos detenidos en otros países no figuran como parte del organigrama de esa organización, no están en su hampograma. Algunos ni si quiera tienen antecedentes penales en Venezuela, pero de una vez los califican como miembros del Tren de Aragua», dijo Saab durante una conferencia de prensa.
Saab afirmó que el venezolano acusado de matar a una estadounidense sirvió para decir que pertenecía a la organización, pero según el fiscal el detenido «no pertenecía ni perteneció a esta organización. Igual ocurre en Ecuador y Perú».
Sin registros en Venezuela
Luis Izquiel, abogado, criminólogo y profesor de la Universidad Central de Venezuela, dijo en una entrevista con Efecto Cocuyo que en Venezuela “no se conoce que los miembros principales del Tren de Aragua hayan tenido tatuajes comunes que los identifiquen”.
El experto en temas de seguridad indica que en Venezuela no hay ninguna evidencia testimonial o fotográfica que demuestre lo que la justicia estadounidense argumenta.
“Por lo menos yo no tengo conocimiento de eso (…) En Venezuela no se conoce que haya una identificación de los miembros del Tren de Aragua por tatuajes, como sí lo hacen, por ejemplo, los mareros en El Salvador, tanto los de la 18 como los de la 13”, dice el docente, con amplia trayectoria en temas relacionados con bandas delictivas que operan en Venezuela.
Sin embargo, Izquiel recuerda que en países como Chile, aparentemente sí se han detectado tatuajes como marca particular de miembros del Tren de Aragua. “Pero es posible que esto sea solo una práctica de algunas células de esta organización delictiva”, añade.
El criminólogo afirma que la falta de marcas visibles que identifiquen a miembros del Tren de Aragua, dificulta las investigaciones que se realizan en los países donde operan.
Sin registros de uso de tatuajes
Marco Ruiz, excomisario del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), coincide con Izquiel al señalar que en el país no hay registro criminal de los tatuajes que pudieran tener miembros de megabandas o bandas delictivas.
“El registro que hay es para identificar las zonas donde operan, algo interno entre los choros (delincuentes)”, explica el funcionario de la policía científica entrevistado por Efecto Cocuyo.
Ruiz reitera que en el país no existe ningún tipo de percepción e identidad sobre los tatuajes o marcas por la falta de información, registro, comunicación del significado y uso de este tipo de identificaciones en los grupos delictivos.
Estructura del Tren de Aragua
Izquiel señala que la estructura de la megabanda se diferencia a muchas de las otras organizaciones criminales que existen en América Latina. Indica que la pandilla venezolana tiene un origen carcelario, específicamente en el penal de Tocorón, que fue donde creció, se consolidó y desde donde se expandió.
“Las Maras, por ejemplo, se formaron en las calles de Los Ángeles, California, en los años 80”, recuerda.
A diferencia de los cabecillas de otras bandas delictivas, el jefe del Tren de Aragua es un “pran” y figura con características propias que no existe en otros países.
Por otra parte, Izquiel destaca que la rápida expansión por distintos países en tan corto tiempo, son parte de una marca particular del Tren de Aragua con otras organizaciones de este tipo en la región.
Diversificación de las bandas
Izquiel asegura que la diversificación de bandas puede ser considerada un problema a la hora de que el Estado les haga frente.
Señala que en El Salvador hay básicamente dos grandes Maras, la Salvatrucha (MS-13) y el Barrio 18.
En México hay varios carteles, pero solo algunos de gran magnitud. Mientras que en Brasil destacan dos grandes pandillas, el PCC y el Comando Rojo o Vermelho. En Venezuela se habla de al menos unas 40 megabandas criminales, sin contar otras expresiones del crimen organizado.
El experto sostiene que si la política de Estados Unidos para identificar miembros del Tren de Aragua se va a basar en los tatuajes, estarían cometiendo un error.
“En Venezuela y en la mayoría de los países donde opera esta organización criminal sus miembros no utilizan tatuajes comunes que los identifiquen”, recalca.
Izquiel añade que la presencia de presuntos miembros del Tren de Aragua en Estados Unidos todavía es incipiente y apenas están iniciando averiguaciones al respeto.
“Sería lamentable que a partir de las noticias de presencia de miembros de esta pandilla en ese país se vaya a iniciar una estigmatización de esa gran cantidad de migrantes venezolanos que van a trabajar, estudiar y progresar honestamente en ese país”, agrega.