Este lunes 6 de abril se registró, con a penas horas de diferencia, el segundo robo en instalaciones universitarias. Esta vez la víctima fue el Instituto Pedagógico de Maturín.
De acuerdo con la información publicada por las redes sociales de este núcleo de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (Upel), los delincuentes robaron equipos de computación, materiales de oficina y varios aires acondicionados del laboratorio de inglés de la institución.
Ya el Instituto de Medicina Tropical de la Universidad Central de Venezuela había denunciado un robo entre la noche del domingo 5 de abril y la madrugada de este lunes. En “la casa que vence a las sombras” los delincuentes también robaron equipos computacionales.
Se trata del tercer ataque a universidades públicas en esta cuarentena. El primero fue el 22 de marzo, cuando un grupo entró a uno de los edificios nuevos del Núcleo Pedro Rincón Gutiérrez de la Universidad de los Andes (ULA) en Táchira. De allí se robaron el cableado, motores y botones de los ascensores de la infraestructura.
Expuestas a la criminalidad
El pasado mes de marzo la organización defensora de los derechos universitarios, Aula Abierta, había advertido a Efecto Cocuyo sobre el riesgo al que se encontraban expuestos los recintos en esta cuarentena. Desde el pasado 13 de marzo el gobierno de Nicolás Maduro había suspendido las clases en todos los niveles educativos por razones sanitarias.
A pesar de que la medida pretendía evitar los contagios de COVID-19 no garantizaba la prevención a la criminalidad de la que las universidades han sido objeto en los últimos seis años.
“Existe el riesgo latente del aumento de incidentes de inseguridad dentro de los recintos universitarios en Venezuela durante el periodo de cuarentena, dada la ausencia de sus miembros en las instalaciones”, aseguró Aula Abierta en esa oportunidad.
Desde el 13 de marzo se declaró un estado de alarma nacional, lo que no ha impedido los ataques contra las instalaciones universitarias en el país.