Masacre en El Limón. Wilmer José Yánez Carvallo, Arquímedes Martínez Fuenmayor, Andri González Narváez, Roger Blanco Narváez y Pedro Salceda Herrera murieron en manos de funcionarios de las Fuerzas de Acciones Especiales (Faes), la madrugada de este jueves 11 de junio en el sector El Limón, de la carretera vieja Caracas-La Guaira.
Yánez Carvallo, según su esposa, identificada como Solsiré Zorrila, era escolta de la ministra para el Servicio Penitenciario, Iris Varela.
El parte policial señala que los hombres presuntamente pertenecían a una banda llamada “Los Colectivos del Plan”, estos supuestamente se habrían enfrentado a funcionarios de las Faes, pero familiares desmienten la versión oficial.
Zorrilla explica en un video publicado por HispanoPost, que a las 3 de la madrugada hombres con el rostro cubierto llegaron a su casa y con patadas a la puerta exigieron que abrieran. Yánez Carvallo les pidió a las personas que se identificaran y estos les dijeron que “eran las Faes”.
“Él trabaja con Iris (Varela), es escolta, le abrió la puerta porque dijeron que iban a tumbarla, yo les pedí que se calmaran porque tengo un hijo cardiópata y le podía dar algo (…), le mandaron a ponerse la ropa y se lo llevaron”, cuenta Zorrilla.
Explicó que los funcionarios de la PNB le dijeron que se lo llevarían detenido a la sede de las Faes en Caricuao. Ella les manifestó a los uniformados su temor, pues en su concepto las Faes “son matones”.
“A las 3:20 a. m. escuché varios disparos; nunca pensé que lo habían matado, como a las 6:00 a. m., después que se llevaron a mi esposo, me quitaron los teléfonos, se llevaron un dinero que tenía bajo la ropa y los cables de los cargadores de los teléfonos”, dice Zorrilla.
La mujer explica que otro grupo de funcionarios de las Faes llegó a su casa para revisar nuevamente y ella les explicó que ya otros habían estado allí, que le robaron los teléfonos y dinero. Los policías le preguntaron si los podía identificar y ella les dijo que no, porque todos tenían los rostros cubiertos.
“No pude ver quiénes eran los que entraron al cuarto, le pregunté (a un funcionario) por mi esposo y me dijo que no sabía. A las 8:00 a. m. subimos y encontramos los pozos de sangre”, dijo.
Simularon enfrentamiento
Según el testimonio de una de las hermanas de dos de las víctimas, los funcionarios simularon un enfrentamiento.
“Ellos sacaron a mis dos hermanos y le pusieron (la pistola) allí por la cabeza y lo tenían allí, después subieron a los otros tres y sacaban sabanas de la casa de mi mamá y se la ponían en la cabeza y los tenían a todos allí; luego ellos (Faes) empezaron a distribuirlos, dos para arriba, uno en la esquina y dos por allí abajo, yo vi todo eso, después de los disparos los tenían tirados”, denunció la familiar de los dos hermanos masacrados.
La mujer contó que los funcionarios recogieron los casquillos de las balas y sacaban armas de sus bolsos y las colocaban por las esquinas. Al llegar el Cuerpo de Investigaciones Científicas y Criminalísticas, vio como los efectivos de las Faes llevaron a los detectives a donde ellos mismos habrían sembrado las evidencias. “Dígame, ¿eso es ley? ¿Es autoridad?. Ellos no eran ningunos malandros”, dijo.