El sufrimiento de 238 migrantes venezolanos detenidos en El Salvador y sus familiares terminaría este viernes 18 de julio. La liberación de estas personas, reclamada desde hace meses por organismos internacionales y por activistas de los derechos humanos, pondría fin a una de las acciones más criticadas del gobierno de Donald Trump en el tema migratorio.
Sin embargo, es poco lo que se ha confirmado a través de fuentes oficiales. En horas del mediodía venezolano se conoció, a través de la agencia Reuters, que la liberación de los migrantes venezolanos sería a cambio de estadounidenses presos en Caracas.
El reporte de la agencia de noticias indica que serían 238 los migrantes venezolanos enviados desde El Salvador hasta Caracas y no 252, como se había conocido previamente. Queda por conocer qué ocurrirá con los catorce restantes. En el mismo texto se explica que serían cinco los estadounidenses que serán liberados por parte del gobierno de Nicolás Maduro, así como cinco más con residencia permanente en EEUU, igualmente encarcelados en Venezuela.
Desde la mañana de este viernes 18 de julio se esparcieron rumores sobre la posible llegada de uno o varios vuelos provenientes de El Salvador. Estos traerían de vuelta a Venezuela a los connacionales detenidos en la megacárcel de seguridad del gobierno de Nayib Bukele. Fuentes conocedoras del tema afirmaron a Efecto Cocuyo que Richard Grenell, el enviado de misiones especiales de Donald Trump, lidera dicha operación.
Cerca de la 1:00 de la tarde venezolana se conoció que un avión enviado por Estados Unidos había aterrizado en Maiquetía para llevarse a los estadounidenses que serían liberados como parte del acuerdo.
Liberación de migrantes venezolanos presos en El Salvador, ¿a cambio de qué?
El pasado 8 de julio se conoció un reportaje de The New York Times en el que se explicaba que tanto Marco Rubio como Richard Grenell mantuvieron conversaciones con el gobierno venezolano para lograr la liberación de los migrantes presos en El Salvador, pero estos dos funcionarios tenían objetivos diferentes.
Mientras Rubio, Secretario de Estado de Estados Unidos, veía posible un intercambio de los 252 migrantes detenidos por la misma cantidad de presos políticos venezolanos (como propuso el presidente de El Salvador el pasado 20 de abril), Grenell prefería concentrarse en los estadounidenses presos en Caracas y en ofrecer algunas concesiones en el tema Chevron.
Las diferentes agendas llevaron a no tener un acuerdo final con el gobierno de Nicolás Maduro, quien puso a Jorge Rodríguez como principal interlocutor. Ahora, con la información de que los migrantes venezolanos presos en El Salvador llegarán a Caracas en cualquier momento de este viernes 18 de julio se sabe, también, que el acuerdo es a cambio de 10 estadounidenses presos en Venezuela.
A principios de año, Richard Grenell viajó a Caracas por primera vez para llevarse de vuelta a 6 norteamericanos detenidos en Venezuela y marcar un nuevo inicio en la política entre Estados Unidos y Venezuela, según lo dicho por Nicolás Maduro, quien se mostró sonriente y complacido tras verse con el enviado especial de Donald Trump.
¿Por qué hay venezolanos detenidos en El Salvador?
Las políticas migratorias de Donald han afectado a cientos de miles de personas que vivían en Estados Unidos. La migración venezolana ha sido una de las más mencionadas por el gobernante norteamericano, quien tomó a Venezuela como parte de su eje en la campaña presidencial. Sus promesas se hicieron realidad: Trump inicó una arremetida contra los connacionales con detenciones masivas, deportaciones irregulares y violaciones del debido proceso.
Además, Trump invocó la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798 el pasado 14 de marzo. Gracias a ese mecanismo pudo trasladar de formar irregular a 238 migrantes venezolanos al Centro Contra el Terrorismo (Cecot) de El Salvador. Aunque una corte federal le prohibió usar esta orden hasta tomar una decisión definitva, el gobierno de Trump aseguró llevaría el tema a la Corte Suprema.
Unas semanas después, el máximo tribunal de Estados Unidos autorizó al presidente norteamericano a utilizar esa regulación para deportar a migrantes venezolano que las autoridades consideraran podían ser miembros o tener vinculaciones con el Tren de Aragua. Esto facilitó que el gobierno de EEUU llevara a 14 personas más a El Salvador, para sumar un total de 252 migrantes criollos de los que no se ha sabido absolutamente nada en más de tres meses.