Aunque los presidentes Tabaré Vázquez y Rafael Correa aseguraron sentirse “satisfechos” con los resultados de la reunión celebrada este lunes, 21 de septiembre, El Pacto de Quito” solo dejó dos compromisos concretos: el retorno inmediato de los respectivos embajadores de Venezuela y Colombia y la reunión de los ministros “maduristas” y “santistas” este miércoles 23 de septiembre, en Caracas, para seguir tratando el tema fronterizo. Más allá de estos aspectos, el resto de los puntos son ofrecimientos “poco claros”, según el internacionalista Daniel Merchán.

“Los resultados de la reunión de ayer entre Santos y Maduro no se corresponden con la magnitud del drama que se generó. Establecieron la revisión del conflicto con la cooperación y acompañamiento de Unasur y Celac, pero no hay puntos específicos para saber cómo se va a depurar la situación de la frontera.  No hay un esclarecimiento de lo que va a suceder entorno a las denuncias de violación de derechos humanos (…) pienso que la situación se manejó muy a la ligera porque no se ha dado una respuesta específica a la gente que se ve afectada”, manifestó.

El internacionalista Adolfo Raul Taylhardat coincidió en que el pacto no aporta soluciones inmediatas, sino que dilata el problema entre ambas naciones. “Se logró la reunión, a través de la mediación, pero el encuentro terminó con la redacción de un documento que no pone fin al cierre de la frontera. Las medidas deben ser inmediatas. No hay tiempo para estudiar el caso, sino para ejecutar decisiones que devuelvan la normalidad”, opinó.

Mientras el presidente Nicolás Maduro declaró que ante las pretensiones divisionistas del imperialismo había triunfado la paz, su homólogo Juan Manuel Santos admitió que en el encuentro se dieron momentos de tensión.

La ola de reacciones se propagó rápidamente a través de las redes sociales. Presidentes de América Latina y el Caribe, políticos y expertos en derechos humanos se manifestaron, algunos para poner en duda la credibilidad de la Unión Sudamericana de Naciones Unidas (Unasur) como organismo mediador y otros para rescatar la prevalencia del diálogo por sobre las diferencias.

Rafael Correa
Presidente de Panamá
Maria Corina
ernesto samper
Rocío San Miguel

El combate al narcotráfico y al contrabando no quedó definido en la agenda de siete puntos que leyó el mandatario ecuatoriano, Rafael Correa, y esto también desató la respuesta del expresidente Álvaro Uribe Vélez, fuertemente señalado por el Gobierno nacional de colaborador de las guerrillas en la zona fronteriza.

Álvaro Uribe

A juicio de los especialistas consultados, la comisión designada para resolver el conflicto debería estar integrada, además del equipo ministerial, por expertos que tomen decisiones para garantizar la reapertura de la frontera.

Se debe poner fin de inmediato al cierre de la frontera, resarcir los daños a las personas que estuvieron sometidas a algún tipo de atropello, revisar seriamente las denuncias sobre las violaciones de derechos humanos, y tomar acciones para controlar la acción de los paramilitares. Apure está tomado por la guerrilla colombiana, por ejemplo”, puntualizó Taylhardat.

La despartidización de las posturas en torno a organismos internacionales como Unasur y la Organización de Estados Americanos (OEA) es fundamental para garantizar la resolución de la disyuntiva entre ambas naciones, según Merchán.

“Cuando Venezuela sataniza a la OEA se pone al margen de una organización de la que forma parte desde hace mucho tiempo, donde participan 35 países y en la que se le está dando cabida a Cuba en la actualidad. Para resolver los impases y fortalecer la integridad sudamericana es preciso que los estados se ciñan a las disposiciones del derecho internacional y no se descalifique a ningún organismo”, dijo.

Foto: EFE

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