No hay datos epidemiológicos que permitan establecer el impacto de la contaminación sobre la salud humana en Venezuela, advierte Clima 21. Foto: Getty Images

Actualmente, el mercurio amenaza la vida y salud de miles de personas en el sur de Venezuela y el Estado venezolano no ha emprendido acciones efectivas para proteger a los afectados y detener la contaminación.

Así lo advierte el informeEl crimen lento: Situación de los grupos vulnerables frente a la contaminación por mercurio en la Amazonía venezolana”, publicado por la organización Clima 21 en abril de este año.

En Efecto Cocuyo le contamos qué es el mercurio y lo que debe saber sobre sus impactos en Venezuela.

⚒️ ¿Qué es el mercurio y cuáles son sus efectos?

El mercurio es un elemento que, aunque está presente en el ambiente, puede ser tóxico para el sistema nervioso si hay una exposición prolongada. En la minería, se usa para separar y extraer el oro de las rocas o arena.

Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo marca como uno de los diez productos químicos que plantean especiales problemas de salud pública, pues la inhalación o exposición de la piel a distintos compuestos de mercurio puede llevar a “trastornos neurológicos y del comportamiento, con síntomas como temblores, insomnio, pérdida de memoria, efectos neuromusculares, cefalea o disfunciones cognitivas y motoras”.

🏞️ El sur de Venezuela, amenazado por el mercurio

Clima 21 ha registrado que la contaminación por mercurio, derivada de la minería, está afectando a la Amazonía venezolana y a sus habitantes: niños, mujeres, indígenas y trabajadores.

El uso del mercurio en las minas de tipo artesanal, según la OMS, es “especialmente peligroso”, ya que podría ser vertido en los ríos y afectar las especies de peces que son consumidos por las comunidades cercanas.

❎ Hay vacíos de información y no hay datos epidemiológicos

Mucha de la información relacionada con el uso y la contaminación por mercurio en el país está desactualizada y, de acuerdo con Clima 21, no cubre la mayor parte de los espacios donde actualmente se practica la minería de oro en la Amazonía venezolana.

“Esta ausencia de información parece agudizarse en los años recientes. En los últimos diez años sólo se pudieron conseguir cinco trabajos que refieren datos sobre concentración de mercurio en personas en las zonas cubiertas por este informe y no se consiguió ninguno en los últimos dos años», dice el documento.

Añade que «sólo se encontró una referencia a mediciones realizadas en el estado Amazonas y ninguna en la zona sur de ese estado. Tampoco existe información sobre el volumen de mercurio actualmente usado en la minería de oro en el país, ni sobre el nivel de importaciones de mercurio de Venezuela”.

Para 2024, tampoco hay información epidemiológica suficiente para establecer el impacto de la contaminación por mercurio en la salud humana, a pesar de que se han registrado testimonios de personas afectadas, entre niños, mujeres e indígenas.

✍️ Venezuela debe ratificar el Convenio de Minamata y firmar el Acuerdo de Escazú

Una de las principales recomendaciones de Clima 21 es que Venezuela ratifique el Convenio de Minamata sobre el Mercurio, un tratado mundial para proteger la salud humana de los efectos adversos del mercurio, acordado en enero de 2013 y en vigor desde agosto de 2017, y establezca inmediatamente un Plan de Acción Nacional que permita el control, regulación y eliminación completa del mercurio en la minería artesanal y a pequeña escala.

“Este plan debe contemplar programas para la atención de los mineros y su reinserción en actividades productivas dentro de un programa de transición justa, que permitan llevar una vida digna y sana”, detalla la organización de derechos humanos ambientales.

Otro acuerdo que debería ratificar el país, de acuerdo con solicitudes de organizaciones ambientales en Venezuela, es el Acuerdo Regional sobre el Acceso a la Información, la Participación Pública y el Acceso a la Justicia en Asuntos Ambientales en América Latina y el Caribe, más conocido como Acuerdo de Escazú, un instrumento de protección de derechos humanos donde los Estados firmantes deben garantizar como derechos el acceso a la información, la participación de la ciudadanía y, además, la protección de defensores ambientales.

Fue presentado oficialmente en 2018 por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), pero el Estado venezolano no se ha adherido.

“La situación existente con respecto a la contaminación por mercurio en la Amazonía venezolana debe ser pensada como una forma de violencia. (…) En particular, en Venezuela, la contaminación por mercurio es un problema donde confluyen temas ambientales, de salud pública, seguridad ciudadana y soberanía nacional, pero sobre todo de derechos humanos”, puntualiza el documento.

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