El #1S sigue siendo noticia, incluso entre los periodistas. Esta vez dos agrupaciones que defienden el derecho de la libertad de expresión, como lo son la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) y Reporteros sin Fronteras (RSP), se pronunciaron en contra de las deportaciones a corresponsales extranjeros que llegaron a Venezuela para cubrir la Toma de Caracas.

El presidente de la SIP, Pierre Manigault, manifestó su negativa ante la prohibición de entrada en el país de periodistas internacionales. “Esta situación desenmascara el lado autoritario del Gobierno venezolano, alejado de estándares democráticos”, denunció. También acusó al Gobierno de no brindar a los periodistas las garantías necesarias para ejercer su profesión.

Reporteros sin Fronteras también se manifestó sobre en contra de la situación que atraviesa el país en materia de libertad de expresión. A través de un comunicado emitido desde su sede en París, Francia, RSF citó los casos de violación a este derecho. Uno de ellos fue el de la corresponsal de Le Monde, Marie-Eve Detoeuf, quien tuvo que tomar un avión a Bogotá luego de que las autoridades venezolanas consideraran que “no cumplía con las reglas migratorias“.

Lo mismo ocurrió con los reporteros colombianos César Moreno, de Radio Caracol, y Dora Glottman, de Caracol TV; al igual que con los estadounidenses John Otis, de NPR, y Tim Wyss, de Miami Herald. Al equipo de la cadena de noticias Al Jazeera, conformado por Teresa Bo y Lagmi Chávez, también se le negó la entrada al país bajo el mismo argumento.

RSF mencionó en el comunicado que la prensa nacional ha sufrido ataques. Entre ellos menciona el que se registró en la sede de el diario El Nacional, que fue atacado el pasado 30 de agosto por colectivos que lanzaron excrementos. Una semana antes se procesó otra denuncia en contra del Diario de Los Andes, ubicado en Valera, Trujillo, que fue tiroteado. El hecho no dejó heridos.

Aparte de estos casos, RSF añadió en el documento difundido este viernes, 2 de septiembre, las amenazas y agresiones verbales de las que fueron objeto los periodistas del canal de televisión NTN24 Venezuela por parte de funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana.

La ONG señaló que la grave crisis política y económica han traído consigo un deterioro de la libertad de expresión. De acuerdo con la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa publicada por RSF en 2016, Venezuela ocupa el lugar 139 de 180 países.

Sin embargo, RSF exhortó a las autoridades venezolanas a “hacer todo lo posible” por garantizar las condiciones mínimas para que los periodistas puedan ejercer su labor. Añadió que “en este agitado periodo, más que nunca, el trabajo informativo es primordial”.

Con información de EFE

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